Cada mujer que no logra desarrollar su potencial es una pérdida para toda la sociedad. Nos perdemos no sólo su talento, su perspectiva, sino también uno de los factores de crecimiento de la economía. Se calcula que unos 275 años se van a necesitar para cerrar la brecha salarial de género a nivel mundial, según Naciones Unidas. Y si esa brecha de género se cerrara completamente, las economías de la región crecerían aproximadamente un 16% (BID).

La industria tecnológica no es ajena a estos desequilibrios. En América Latina y el Caribe las mujeres representan el 41% de la fuerza laboral, pero solo 3 de cada 10 personas empleadas en los campos de las matemáticas y la informática son mujeres. En los Estados Unidos, las mujeres representan solo el 25 % de los trabajos de computación.

En la India, alrededor del 43% de los licenciados en STEAM son mujeres, lo que es el porcentaje más alto del mundo, aunque la proporción de mujeres en los puestos de trabajo de STEAM es de apenas el 14% mientras que en Europa el número alcanza el 21.5%.

Pero no todo es negativo. En los últimos años, vimos cómo el mundo en su conjunto asumió que para que el impacto en la comunidad de un determinado negocio sea lo suficientemente positivo debe tener una perspectiva de género. Las oportunidades de empleo en el sector son infinitas. Para 2025 el Banco Mundial estima la creación de 149 millones de nuevos empleos en la industria tecnológica.

Las empresas del sector podemos ayudar a reinventar la industria hackeando la brecha para que más mujeres se acerquen a la tecnología.

¿Por dónde empezamos? Déjenme destacar tres áreas en donde es indispensable hacer foco:

Ampliar la base. Una de las causas de subrepresentación de las mujeres en el mercado laboral es que pocas niñas y adolescentes ven como posible elección continuar estudios universitarios o terciarios en carreras relacionadas con las ciencias duras.

En el mundo, solo 3 de cada 10 estudiantes de carreras de ciencia y tecnología son mujeres. Si bien instalar un nuevo paradigma es un largo camino, ya hay personas que lideran el cambio y son modelos de inspiración.

Por ejemplo, Natalie Gil es ingeniera en sistemas, hizo un MBA en el MIT y se desempeña como CTO de Auna, una compañía de salud que también está en Colombia. A raíz de su experiencia organizó Latin American Women in Technology Conference, que se lleva a cabo desde 2015 y reúne en sus diferentes ediciones a cientos de mujeres. Estos nuevos espacios de encuentro ya son un diferencial en comparación a las que empezaron su carrera muchos años atrás.

Hoy, sabemos que a mayor diversidad, más ricos son los equipos. Con esto en mente, Globant se comprometió a capacitar a 15 mil mujeres en los próximos años y ya ha otorgado más de 3000 becas en América Latina, de las cuales 80% están destinadas a mujeres. También busca expandir la participación de minorías de género promoviendo capacitaciones, programas de liderazgo y diversas políticas que garantizan la igualdad de oportunidades.

En esta línea, Globant se fijó como objetivo tener el 50% de minorías de género en puestos directivos para 2025.

Pero más allá de esta realidad, muchas mujeres en diversos momentos de su vida deciden poner en pausa su carrera profesional para dedicarse a otras prioridades, como puede ser la maternidad.

Como una manera de reinsertar a aquéllas que buscan relanzar su carrera en TI, Globant lanzó su programa "Back in the Game" donde capacita y entrena durante dos meses a las mujeres que hayan puesto en pausa su carrera profesional y quieran "volver al juego" laboral.

En nuestras manos está la tarea de impulsar una agenda de concientización permanente que muestre las potencialidades de la tecnología y que fomente que más mujeres puedan sumarse al sector. Tenemos un gran desafío y una gran responsabilidad: hackear la brecha y lograr un cambio positivo y para siempre en la industria.

* Por Wanda Weigert, Chief Brand Officer at Globant

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