En un mundo que se dirige a la post pandemia, para las instituciones financieras tradicionales llegó la hora de terminar de digitalizarse. Por eso, las finanzas embebidas (o integradas), un término para referirse a las empresas que incorporan software para ofrecer servicios financieros ya es una realidad.

Las llamadas finanzas integradas permiten a los clientes "comprar ahora y pagar después" y que los conductores de Mercedes pueden hacer que sus autos paguen el combustible.

La finanzas se modernizan

Sin duda, los bancos aún se ubican por detrás de la mayor parte de las transacciones, pero inversores y analistas resaltan que el riesgo para los prestamistas tradicionales es que se alejen aún más de la parte pública de la cadena de financiación.

"Los servicios financieros integrados llevan el concepto de venta cruzada a nuevas cotas. Se basa en programas que se basan en la relación entre el consumidor y la empresa", resaltó Matt Harris, socio del inversor Bain Capital Ventures.

"Por eso es tan importante esta revolución. Significa que todo el menor riesgo va a ir a parar a estas empresas integradas que saben tanto sobre sus clientes y lo que sobra irá a parar a los bancos y las aseguradoras", añadió Harris.

¿Qué son?

Las denominadas "embedded finance" o "finanzas embebidas" permiten que cualquier tipo de empresa o comercio online puedan incorporar software bancario directamente en sus webs o ‘apps’ móviles como un servicio más dentro de su oferta, sin tener que redirigir a sus usuarios a webs de terceros.

De esta forma, con las finanzas embebidas (o banca invisible), las empresas pueden usar el conocimiento de su sector para generar servicios financieros a medida de sus usuarios. Por ejemplo:Un vendedor de comercio electrónico incorpora una opción de financiación en el momento del pago.

Un e-wallet en la plataforma de una empresa digital permite que consumidores y proveedores intercambien el dinero a través de una app. Una inmobiliaria ofrece en su plataforma un seguro de alquiler a los nuevos inquilinos.

Una empresa puede integrar así los pagos en su web para que los compradores no tengan que introducir los datos de su tarjeta de crédito en cada operación, sugerir la opción de pagos fraccionados en compras ‘online’, ofrecer un seguro o emitir sus propias tarjetas de crédito, entre otros beneficios.

Hasta hace muy poco, ofrecer estos servicios requería de una gran inversión en recursos, tiempo y desarrollo tecnológico. Ahora estas integraciones son más fáciles que nunca gracias a las APIs (sigla del término Interfaz de Programación de Aplicaciones, Application Programming Interface en inglés), conjuntos de instrucciones que conectan dos softwares entre sí, para facilitar el intercambio de mensajes o datos. Un sistema que actúa de pasarela entre empresas, clientes y entidades bancarias.

"Cualquier empresa que desee invertir en la fidelidad y experiencia de usuario debe concentrarse en la integración de servicios financieros", remarca Roland Folz, CEO de Solarisbank, ‘fintech’ de referencia en el sector BaaS, en un comunicado del BBVA.

Detrás de estos servicios se encuentran nuevas plataformas de BaaS como Solarisbank y algunas entidades bancarias como BBVA que, a través de BBVA API Market, pone a disposición de sus socios tecnológicos y de desarrolladores un robusto catálogo de APIs.

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