En el mundo de las criptomonedas existe una grieta marcada por el comportamiento de dos grandes facciones de usuarios.

Están aquellos que optan por comprar activos de reconocida trayectoria o con un gran potencial y apuestan por tenencias a largo plazo. Este tipo de práctica se la conoce en el ambiente como "Holdear".

Y en la vereda de enfrente hay otro grupo, los traders, que son aquellos que tienen la premisa de "comprar barato, vender caro".

Para estos últimos, es clave abrir posiciones en determinados momentos para luego "cerrarlas" y obtener una diferencia interesante.

Pero muchas personas que dan sus primeros pasos en el mundo de las criptomonedas sueñan con triunfar con esta postura, pero no es tan sencillo como muchos piensan. Se debe tener experiencia y conocimientos para hacerlo.

Los profesionales más experimentados suelen tomar posiciones que, cuando salen mal, no afectan más del 1% de su capital total

Qué indicios siguen los profesionales

Quienes se dedican al trading utilizan un patrón clásico para determinar cuándo "comprar la caída", junto con varias herramientas de análisis técnico para identificar las tendencias emergentes y realizar operaciones de forma rentable en esa dirección.

Un patrón es el llamado canal de precios, cuyo ascendente se forma cuando la acción del precio puede ser contenida dentro de dos líneas paralelas inclinadas hacia arriba.

Estas se determinan uniendo los dos mínimos de reacción, para la inferior, y luego se traza una línea paralela uniendo los dos máximos de reacción (línea superior).

Por lo general, el precio oscila entre estas dos líneas. Así, los traders utilizan las caídas a la línea de tendencia principal para comprar porque ofrece una oportunidad de entrada de bajo riesgo. Es clave, ante de ingresar en el mundo de las criptomonedas de cotización volátil, que no hay certeza en el mundo del trading, por lo cual se debe tener tolerancia al riesgo.

El ejemplo de Bitcoin

La criptomoneda con mayor capitalización de mercado, BTC, se mantuvo dentro de un canal ascendente desde abril de 2020 hasta principios de junio de 2020.

Luego su precio fluctuó dentro de un rango durante unos días y reanudó su tendencia alcista. Esto demuestra que una ruptura por debajo del canal no siempre da lugar a una tendencia bajista.

De esta manera, un canal ascendente indica las primeras etapas de una tendencia alcista más grande, y ofrece a los traders la oportunidad de comprar en las caídas hacia la línea de tendencia principal.

La criptomoneda con mayor capitalización de mercado, BTC

Los conceptos que todo trader debe manejar

El ejemplo más intuitivo, pero más relevante, es el empleo. Si alguien renunciara a su empleo (y su correspondiente salario) para dedicarse full time al trading, perdería sus ingresos mensuales. Estaría obligado a generar retornos positivos (ganancias) con sus operaciones para pagar sus gastos mensuales. Esta situación suele ser la receta perfecta para la ruina, porque en la necesidad de generar retornos positivos el operador probablemente fuerce operaciones que de otro modo no hubiera hecho.

¡Así que el primer consejo es que no renuncies a tu empleo hasta que hayas experimentado trading al menos doce meses!

En un negocio tradicional donde alguien abre una carnicería y luego decide cerrarla, podría liquidar el stock y vender las máquinas, pero no podría recuperar los meses pagados en concepto de alquiler y de sueldos. Este es un riesgo que debe prever y asumir con antelación a iniciar el negocio.

En el caso del trading, la inversión inicial sería el capital con el que se va a operar. Si alguien arriesgara u$s10.000 y perdiera el 50% en sus primeras 50 operaciones, tendría un costo hundido de u$s5.000 antes de comenzar su operación 51. Si, en ese momento, decidiera que no quiere continuar como trader porque no le gusta o no le sale bien, entonces debe asumir ese costo y dejar de operar de inmediato. Uno de los errores más comunes es pensar que "va a hacer unas operaciones más solo para recuperar el dinero perdido" y luego ocurre exactamente lo contrario.

Los números del ejemplo anterior no son aleatorios. Los profesionales más experimentados suelen tomar posiciones que, cuando salen mal, no afectan más del 1% de su capital total. De ese modo, uno debería perder 100 operaciones seguidas para quebrar su cuenta. Es aconsejable que un trader novato lo reduzca a un 0,5% hasta que tenga un tiempo de experiencia prudente.

Supongamos que, con un capital de u$s10.000, se compraron 500 acciones de u$s10 por un valor total de u$s5.000. Si se quiere asumir un Loss Risk del 1%, la operación podría perder hasta u$s100 (recordar que se calcula sobre el capital total). Entonces el Stop Loss debería ser de 100/5000=2%, lo que implica que se creará una orden automática de venta si el precio de las acciones baja de u$s10 a u$s9,8 (note que 500 x 9,8 = 4900, o sea que el capital total pasó de u$s10.000 a u$s9.900, lo que resulta en un 1% menor).

Es necesario, imperativo e indiscutible el uso de Stop Loss para hacer trading. Si alguien opera sin Stop Loss no está tradeando, sino apostando.

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