La digitalización de la economía no es una enemiga, pero el desconocimiento, la falta de práctica y la necesidad conllevan a que cada vez más personas sean víctimas de estafas virtuales.

Como responsable de seguridad informática del Banco Bica entiendo que es importante esforzarnos para alertar y prevenir los delitos sin huellas como son las estafas virtuales, que están diseñadas y ejecutadas de manera tal que se roban fondos sin que se puedan rastrear luego.

No contamos con estadísticas oficiales, dado que no hay ningún ente que concentre la información de estos hechos delictivos, pero se estima que el crecimiento de las estafas digitales es de un 300%.

Parte de esta multiplicación se da a partir de la gran cantidad de personas que se incorporaron al sistema financiero durante la pandemia, las herramientas financieras creadas para facilitar y simplificar el acceso de la gente a la banca, y el desconocimiento del uso de estas herramientas por parte de la gente que no está familiarizada con las mismas.

Si bien las estrategias y modos de operar van cambiando constantemente y el surgimiento de nuevas herramientas bancarias y financieras crea a su vez nuevas posibilidades, conocer ciertas pautas nos provee de una protección ante exponenciales amenazas.

Tengamos en cuenta que a medida que se van construyendo estrategias de defensa y se van divulgando las metodologías de engaño a través de la viralización en redes sociales y medios de comunicación en general, estas estrategias van perdiendo efectividad y son reemplazadas por otras, por eso lo interesante es entender el funcionamiento de las estafas vigentes para evitar caer en patrones similares en un futuro.

Aparecieron, con la pandemia y el razonable avance hacia la digitalización de fondos, nuevas modalidades de estafas a través de llamadas telefónicas y plataformas digitales, como son las redes sociales, tiendas online, mensajes de WhatsApp, etc.

Quizá la mayoría de nosotros esté familiarizado con los métodos que recrean de forma idéntica el sitio web de un banco para robar el usuario y contraseña de Home Banking, y chequeando que la dirección o url es fraudulenta no caemos en esa estafa. Pero hay recursos menos conocidos como el DEBIN o la confirmación de préstamos pre-aprobados para realizar transferencias de los fondos.

La modalidad de pago con DEBIN es poco conocida. Surgió como herramienta digital de cobros más ágil que una transferencia convencional ya que debita automáticamente el monto pedido por quien crea la solicitud de pago.

Los defraudadores instan por lo general a vendedores a realizar rápidamente la transacción, diciendo que cuando acepten la solicitud van a recibir el pago, cuando en realidad la operación funciona exactamente en forma inversa. Hay que tener muy presente que quien confirma la operación de DEBIN siempre es el que realiza el pago.

Otro caso podría suceder a través de una llamada telefónica. Estas son con diversos temas y discursos prediseñados que buscan captar la atención de la posible víctima. Imagínense recibir un llamado diciendo que ganaste un premio en efectivo, por ejemplo, o que te van a confirmar el turno para la vacuna de COVID-19.

De alguna forma te terminan convenciendo de que vayas al cajero para generar un código de verificación que confirma el intercambio o tu turno de vacunación. Y al transmitirlo a quién está del otro lado del teléfono, el estafador, le facilitas un token para que tome el control de tu cuenta de Home Banking. Así operan los delincuentes para robar dinero de las cuentas de otros.

En todos los casos hay una tendencia de que quien realiza la estafa genere una presión que incomode a la víctima y la incite a actuar rápido. De modo que permanecer tranquilos y buscar tomar decisiones inteligentes sin ceder ante la emoción siempre es de ayuda.

Entonces mi recomendación para evitar estafas digitales es que tomes consciencia. Si alguien te llama por teléfono e intenta dirigirte a un cajero electrónico, es muy probable que se trate de una estafa. Si alguien te pide que confirmes una solicitud de DEBIN, está solicitando que apruebes la transferencia de dinero de tu cuenta a la de un tercero.

No compartas ni divulgues tus claves de acceso, nunca un banco te va a contactar por ningún medio para pedirte tus claves bancarias o datos personales.

Antes de actuar, tomate tu tiempo, no te apures, y consulta a tu banco.

*Por Diego Real, responsable de Seguridad Informática del Banco Bica

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