Jeff Bezos, el casi siempre hombre más rico del mundo (cuando Elon Musk no le pelea el puesto), compartió un video del increíble momento que vivió junto a los otros tres tripulantes de la New Shepard en el preciso instante en el que ingresa al espacio. Fue allí cuando pudo experimentar la sensación de flotar en gravedad cero dentro de la pequeña cabina.
Una cámara ubicada en el compartimiento filmó el increíble arranque de alegría de Bezos, su hermano Mark, la aviadora Wally Funk y al joven Oliver Daemen durante el histórico vuelo espacial del martes por la mañana.
"Todos los que han estado en el espacio han dicho que les cambió y que se quedaron asombrados, atónitos, por la Tierra y su belleza, pero también por su fragilidad, y yo no podría estar más de acuerdo", comentó el fundador de Amazon en una rueda de prensa tras su vuelo a más de 100 kilómetros de altura.
Añadió que, si bien la atmósfera parecía ser "tan grande" desde la superficie, cuando te elevas "ves que en realidad es increíblemente delgada, es una cosa diminuta y frágil, y a medida que nos movemos por el planeta la dañamos". "Una cosa es reconocer eso intelectualmente, y otra cosa es verlo con tus propios ojos", destacó.
A través de las redes, la compañía Blue Origin publicó el video de los cuatro tripulantes realizando saltos en gravedad cero y lanzando caramelos que el adolescente holandés Oliver Daemen atrapó con la boca.
La tripulación se llevó varios recuerdos para el viaje de 10 minutos, incluido un trozo de tela del primer avión de los hermanos Wright, un medallón de bronce hecho para el primer vuelo en globo aerostático en 1783 y un par de anteojos que pertenecían a la histórica aviadora estadounidense Amelia Earhart.
Bezos felicitó a su equipo de ingenieros por el trabajo hecho y aseguró que la arquitectura del cohete New Shepard usado para transportarlos se usaría como la segunda etapa del cohete New Glenn, una nave mucho más grande. Cuando se le consultó si volvería a ir, dijo: "Demonios, sí, ¿qué tan rápido podemos reabastecer esa cosa? Vamos!".
La nave consta de un cohete reutilizable del que se desprende una cápsula con capacidad para seis pasajeros. Comparado con otros cohetes como el Falcon 9 de 63 metros de alto, el New Shepard es pequeño. Mide 18 metros de alto y la cápsula que se desprende de la punta tiene un volumen interior de unos 15 metros cúbicos, por lo que los tripulantes viajarán mucho más cómodos que en las cápsulas Soyuz usadas por los tripulantes de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés).
Con ver las imágenes queda claro que el interior de la nave es un espacio sumamente reducido: una persona que quiera ponerse de pie debe encorvarse para no golpearse la cabeza.
La posición de los asientos se distribuyen de forma circular y cada uno tiene acceso a una amplia ventana para poder tener una vista del espacio exterior y de la Tierra. Al centro de los asientos se ubica un sistema de escape para emergencias, según informó Clarín.