Un reporte de la firma de investigación Chainalysis reveló que dos grupos profesionales de hackers han robado u$s1.000 millones de dólares en criptomonedas.

Según el análisis, hasta la fecha, la cifra representaría al menos el 60% de todos los ataques informados públicamente.

Vale destacar que la investigación no identifica cuáles son los grupos que están detrás de estos robos de criptoactivos, sino que los menciona como Alpha y Beta. Aun así, ofrece detalles sobre cómo disponen de los fondos una vez que comenten el delito.

Los hackers suelen mover los fondos robados a través de una compleja serie de carteras y casas de cambio en un intento por ocultar los orígenes criminales de ese dinero. Luego, pasan a un “período de tranquilidad” de 40 días o más, durante el cual no mueven los fondos. Así esperan hasta que el interés por el robo haya desaparecido.

Una vez que ha transcurrido ese tiempo y sienten una mayor seguridad, comienzan a transferir los fondos rápidamente.

Se estima que al menos un 50% de los criptoactivos son retirados a través de algún servicio de conversión dentro de los primeros 112 días luego del robo. Uno de los hackeos mencionados en el reporte realizó alrededor de 15.000 transferencias.

Según Chainalysis, ambos grupos tienen enfoques diferentes sobre los delitos que cometen. El grupo de hackers bautizado como Alpha “es una organización gigante y estrechamente controlada, al menos en parte es dirigida por objetivos no monetarios”. Otra característica de este grupo es que, en general, convierten el monto robado en efectivo en unos 30 días.

En cuanto al grupo llamado Beta, se trataría de un equipo menos organizado, más pequeño, pero “absolutamente centrado en el dinero” y sin preocuparse mucho por evadir la detección.

Sus integrantes, según la investigación, pueden esperar meses o más de 1 año antes de canjear los criptoactivos.

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