¿A quién nunca "le picó el bichito" y se tentó con hacer una compra fuera de su presupuesto para la cual no contaba con el dinero suficiente? Ya sea desde adquirir algún artículo en Mercado Libre o ir a comer a un restaurante para celebrar una fecha especial, disfrutar de estos placeres muchas veces le da sentido a la plata ganada tras largas jornadas de trabajo.

Pero en tiempos complicados para la economía de muchas personas, este tipo de consumos puede tornarse inalcanzable por tener el bolsillo en llamas o, simplemente, por no saber si ese dinero luego será necesario para cubrir algún tipo de imprevisto. 

Además, no debe perderse de vista que Argentina tiene un bajo grado de bancarización, por lo cual el acceso a tarjetas de crédito emitidas por bancos no está al alcance de todos, lo que lleva a que un porcentaje importante de personas queden fuera de determinadas promociones, como el programa Ahora 12.

 

En palabras de Pierpaolo Barbieri, fundador de Ualá, 50% de la población está completamente fuera del sistema financiero. Y esto se traduce en la imposibilidad de realizar compras en cuotas.

Ante este problema, cobran fuerza las fintech que, con el viento de cola que significó el boom de la virtualidad por las restricciones, vieron las ventajas de ofrecerles sus servicios a este público.

Y así, junto con el servicio de billeteras virtuales –que en su conjunto tienen más de 14 millones de usuarios- varias firmas vieron al modelo Buy now, pay later (comprá ahora, pagá después) como una oportunidad para seguir ganando mercado y comenzaron a implementarlo.  

Financiarse sin tarjeta de crédito

Para muchos, las fintech pasaron a ser la opción ideal para gestionar servicios: obtener un préstamo, tramitar tarjetas prepagas y hasta gestionar adelantos de sueldos, como ocurre, por ejemplo, con Yacaré

Entre aquellas que ofrecen alternativas para financiar consumos, son tres las que se destacan: Mercado Pago, Ualá y Wibond.

En diálogo con iProUP, desde la fintech Wibond señalan que se basan en "una propuesta financiera saludable, ya que los vencimientos se pueden dar a los 30 días de la compra del producto (no hay un único vencimiento para todas las operaciones), y esto da el beneficio de empezar a disfrutar el producto y luego comenzar a pagar".

Mucha gente elige no utilizar tarjetas de crédito o no tiene límite disponible para determinados gastos. Para ellos, comprar ahora, pagar después les significa una solución.

"Hoy, muchos usuarios no se sienten afines a los bancos o no tienen tarjetas. Está relacionado con entender el cambio de mentalidad del consumidor, que espera que la modalidad sea simple y sin fricciones. Las expectativas también tienen que ver con no encontrarse con comisiones ocultas", agregan.

Un grupo muy entusiasta son los jóvenes, que tienden a evitar las tarjetas y viran a las fintech. "Ya tienen esa mentalidad sin fricciones: allí es donde fallan los sistemas tradicionales que se han quedado atrás a la hora de adaptarse y saber cómo resolver esas necesidades y expectativas del nuevo consumidor", completan.

Empezar a utilizar Wibond no dista mucho de lo que ocurre con sus rivales. Abrir una cuenta de usuario es muy sencillo y solamente requiere los siguientes pasos:

Así, al momento de hacer una transacción en un comercio que utilice Wibond, no se necesitará tarjeta de crédito, pero luego el usuario deberá elegir desde dónde se ejecutará el débito de la compra. Las opciones disponibles son hacerlo desde una cuenta bancaria o billetera virtual. Además se podrá abonar la operación escogiendo alguna de las siguientes alternativas:

Cuotificate

Ualá, brinda desde su plataforma la posibilidad de financiar determinados consumos realizados con su tarjeta prepaga. Esta "cuotificación" es para compras ya realizadas y otorga la posibilidad de devolver el monto en 6, 12, 18 o 24 meses. 

En diálogo con iProUP, Joaquín Diz, Gerente de riesgos de Ualá, señala que la cuotificación permite pasar pagos ya hechos a cuotas y así disponer de la plata en el momento. "Inicialmente, fue pensado para llegar a un grupo grande de personas sin historial crediticio, pero hoy escaló y lo están utilizando cada vez más usuarios", resalta. Funciona de modo simple y rápido:

"Se puede escoger consumos con tope de $5.000. El monto promedio va de $1.500 a $2.000", detalla Diz, quien aclara que el otorgamiento del préstamo está sujeto a evaluación crediticia.

El especialista de Ualá añade: "Todos los actores del ecosistema financiero debemos trabajar en pos de la inclusión y educación financiera. Vemos con buenos ojos cualquier producto que contribuya a que más personas accedan al crédito formal y estamos convencidos de que hay espacio para todos en la industria".

 

Mercado Pago también tiene su propuesta

El unicornio de Marcos Galperín posee un arsenal de beneficios agresivos para evitar que los usuarios salgan de la plataforma al hacer una compra. Y junto a los diferentes descuentos (en algunos casos las rebajas pueden llegar hasta el 50%), también otorga préstamos mediante Mercado Crédito.

Desde la firma explican a este medio que el objetivo de la herramienta es "complementar a los bancos, no competir contra ellos", ya que destacan que en Argentina la mayoría de las operaciones aún son en efectivo. Una vez que el usuario lo tiene activado (hay que completar un breve formulario en la aplicación), se deben seguir estos pasos:

En cuanto a los préstamos personales, se notifica que la opción está habilitada junto a la oferta de la compañía. Si es aceptada, el dinero se deposita en la cuenta de forma inmediata. Las tasas son personalizadas y varían de acuerdo a cada perfil. "Siempre se ve el monto final de las cuotas y los costos financieros aplicables al comprar o pagar", agregan.

Ls tasas vigentes para "Línea de Consumo" y "Préstamos Personales" tienen una tasa nominal anual que va del 40 al 140% y un costo financiero total efectivo anual que parte del 60%.

 

Nuevas metodologías de financiación

Estas herramientas pueden ser utilizadas por un público ajeno al sistema financiero tradicional o tiene una cuenta bancaria y no la usa ya que prefiere un servicio más simple, ágil y rápido.

"Es que no se debe perder de vista que Argentina tiene un elevado índice de sub bancarización", indica a iProUP el especialista Ignacio Carballo, director de Ecosistema Fintech de la UCA, fundando su afirmación en que existen miles de cuentas en los bancos que nadie utiliza.

Añade que "lo que se está viendo es un crecimiento de los medios de pago alternativos a los tradicionales. Y algunas soluciones que están proliferando son justamente las que permiten cuotificar consumos, como ofrecen Ualá, PayPal o Brubank".

"Sería como un préstamo, porque mediante una tarjeta prepaga quienes no pueden acceder a un plástico de crédito encuentran la posibilidad de suavizar sus gastos", detalla. Por tal motivo, plantea la importancia de "pensar en cómo se está transformando el financiamiento, saliendo del tradicional modelo de la tarjeta de crédito a otro de fraccionamiento o cuotificación de consumos".

Al respecto de este tipo de financiación, Joel Lupieri, economista de la consultora EPyCA, pone el foco en un aspecto clave: el interés a pagar. "Si asumimos que la inflación rondará un 50%, un interés muy por encima de este valor resulta excesivo", indica, y añade: "Probablemente implique un esfuerzo grande para la capacidad adquisitiva futura".

Las herramientas para quienes no pueden acceder a los métodos tradicionales de financiación, o simplemente consideran que no se ajustan a sus necesidades, están disponibles de manera ágil y sencilla. Pero, como ocurre habitualmente, será el usuario quien finalmente decida si ese gustito que quiere darse está acorde con las cifras que luego deberá abonar para cancelar el crédito.

Te puede interesar