"Irreparable". Con esa única palabra se definió el divorcio del año. Los protagonistas son quizás una de las parejas más famosas del planeta: Melinda Ann French y Bill Gates quiénes, tras 27 años, acaban de anunciar su separación.

Más tarde, pusieron en las redes un comunicado en el que decían: "Después de mucho pensarlo, y de trabajar mucho en nuestra relación, hemos decidido terminar nuestro matrimonio".

Tiempos mejores

Melinda no es cualquier mujer. Se trata de una de las mujeres más influyentes en el planeta y acaba de convertirse en la dueña de la fortuna más grande del mundo, después de que esta semana, y división de bienes mediante, le trasfirieran $2,4 billones, una suma nada despreciable tratándose que su exmarido es Bill Gates, una de las cuatro personas más ricas del mundo.

¿Quién es esa mujer?

Estuvo casada 27 años con el cofundador de Microsoft. Pero su vida no fue la de una ama de casa, lejos estuvo de serlo. Con 56 años de edad, Melinda es la mujer más poderosa en el mundo de la filantropía, según la revista Forbes.

En el año 2015, cuando la revista la distinguió como una de las mujeres más empoderadas del mundo, según The Sun, y frente al atril mencionó que "al tener a su primera hija, Jenn (25), fue la primera vez que se sintió sola en el matrimonio".  Señal de advertencia que Bill dejo pasar o prefirió hacer caso omiso.

Después llegaron Rori (21) y Phoebe (18) que esta semana, fueron noticia por ser los hijos no incluidos en el testamento. Ya que con el fin de llevar su amor por la filantropía hasta lo más profundo, ambos conyuges tomaron la decisión de donar su fortuna a entidades benéficas, y ayudar a los más necesitados.

Aunque, para no sentirse desilusionados, los niños (ahora adultos o rondando la mayoría de edad en el caso de Phoebe), recibirán la módica suma de u$s10 millones cada uno. Algo es algo.

Melinda tiene 56 años y su nombre se transformó en sinónimo de las obras benéficas. Y fue con el cargo de cofundadora de la Fundación Bill y Melinda Gates que recibió el premio de la revista Forbes.

Oriunda de Dallas, Texas y criada en una familia católica fue la segunda de tres hermanas. Hija de una ingeniero aeroespacial y una ama de casa, la revista Forbes la describe como una estudiante modelo.

Y como si fuese una rara coincidencia del destino, primero se enamoró de una Apple II, cuando el padre trajo a la casa la primera computadora. ¿Se hubiese imaginado en ese momento que su vida iba a estar unida a la del competidor por excelencia de ese aparato tan revolucionario?

Fin de una historia

Su fascinación la llevó a estudiar la carrera de Computación y Economía y una Maestría en la Administración de Negocios (MBA) en la Universidad de Duke de Estados Unidos. En 1987, y como si se tratara del guión de una película entró a trabajar a Microsoft.

Era la única mujer. El flechazo fue inmediato y ese mismo año, Bill y Melinda se convirtieron en novios. Se casaron siete años después en una imponente boda de Hawai.

Si se tratara de una película acá debería venir el cartel del fin, con el mar de fondo y tocados impecables. Pero la historia recién comenzaba.

Trabajó dos años más en Microsoft y fue una de las responsables en desarrollar productos multimedia para la compañía. Pero se retiró, y al igual que el ahora exesposo, se dedicó a la filantropología.

Llegando al 2000, Melinda y Bill Gates le dieron inicio a la fundación William H. Gates (en honor al padre) y la convirtieron en toda una institución que mueve sumas como: u$s560 millones para aumentar el acceso a anticonceptivos para mujeres en países bajos, o u$s1.750 millones para luchar contra el coronavirus.

Además, publicó el libro "The moment of lift: how empowering women changes the world", una suerte de autobiografía que narra su labor por la filantropía, historias de mujeres así como su vida personal antes de Gates. Aunque en las últimas horas de conoció que el que era su marido solía pasar vacaciones con una ex novia. Habrá que esperar si se viene una actualización del libro.  

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