Las nuevas tecnologías generaron no sólo cambios de hábito en los usuarios, sino que también la adopción de una nueva "mentalidad".
Una de ellas tiene que ver con las promociones: antes, el que las aprovechaba era mirado con malos ojos; ahora, el consumidor que utiliza descuentos no hace más que realizar una "compra inteligente".
Así, el gastar lo menos posible en las cosas que se adquieren con frecuencia es una estrategia que se masificó en todo el mundo, incluyendo a la Argentina, más aún en los tiempos de crisis que corren por la pandemia.
Bajo esta filosofía nació Gelt, una app fundada en 2015 en España y distinguida por el Ministerio de Cultura de ese país europeo, que comenzó su expansión internacional en la región y se lanza oficialmente este lunes en la Argentina tras algunos meses de prueba en el mercado local.
Así, los usuarios pueden escanear los tickets del supermercado y, si compraron los productos participantes, lograr un cashback (reintegro) en efectivo del 30% de su importe. Ya es furor en tierras albicelestes.
"Me sumé al equipo de Gelt para hacer desembarcar la app en la Argentina. Arrancamos a trabajar con ese objetivo para devolverte el dinero de la compra de todos los días. Comprás como siempre, ahorrás como nunca es nuestro eslogan", afirma a iProUP Pablo Rubino, head of Marketing de la filial local.
La aplicación, disponible para iPhone y Android, ya está en los primeros 20 puestos de descarga y tiene un funcionamiento bastante sencillo:
"Vas a poder comprar en el supermercado que quieras, nunca te vamos a si fuiste hasta el local, compraste online o lo pediste por Rappi", asegura Rubino, quien agrega que además "se pueden combinar las promociones bancarias y hasta los descuentos (3x2, 80% en la segunda unidad) de los comercios: lo único que importa es tener el ticket".
La empresa va sumando comercios a medida que puede "normalizar" los tickets. Es decir, conocer la estructura, codificación y otras cuestiones para que sus sistemas puedan reconocerlo y hacer la lectura automática de los ítems que el usuario compró.
"El dinero lo devuelven las propias empresas de consumo masivo", asegura Rubino, revelando parte del esquema de monetización de la firma. Sin embargo, hay otros productos que Gelt pone a disposición a su propio costo (por ejemplo, "docena de huevos de cualquier marca") para generar una oferta de "canasta básica" que pueda ser aprovechada por los usuarios.
Si bien la app se lanza oficialmente este lunes a nivel local, hace tres meses que está en pruebas. "Salimos en enero en una beta muy chiquita. Somos cinco personas con dedicación exclusiva y la lanzamos solo para nosotros. Habían pasado tres horas y teníamos más de 1.500 usuarios registrados", afirma el directivo, dando muestra del furor de Gelt.
Y agrega: "Había un grupo en Facebook llamado 'Ratitas', me presenté y comenté que trabajaba en Gelt y la aplicación funcionaba. Hoy, ya contamos con 30.000 usuarios y entregamos más de $2 millones de cashback".
Al momento del registro, la aplicación pide algunos datos personales (por regulación, deben conocer al cliente antes de darle dinero), edad, con quienes vive (solo, en pareja), y si tiene hijos o mascota.
"No compartimos los datos personales. Sólo los tenemos para personalizar las notificaciones. Por ejemplo, al tener los códigos postales avisamos que sumamos un supermercado nuevo o que una promo sólo está disponible en una zona en la que puede encontrarse el producto", señala Rubino.
Gelt se apalanca en las empresas de consumo masivo, con la que genera acuerdos para generar las diferentes promociones, que se renuevan todos los viernes.
"Damos visibilidad a sus productos: en lugar de promocionar en un comercio, algunas unidades las promocionan con nosotros. Al final del día, son las marcas las que dan el cashback para que pruebes sus productos", indica Rubino.
Según el ejecutivo, quien antes se desempeñaba en el portal Al Mundo, la otra capa de servicio que ofrecen a las empresas es la información de compra ("No revelamos datos personales", aclara) de los consumidores.
"Pueden saber qué porcentaje se realizan a través de delivery, con qué acompañan la compra de cierto producto, si tienen hijos o no para ofreceles otros artículos, etcétera", señala.
Y ejemplifica: "Si compra cerveza, puede saber cómo prepara la picada: papas fritas de qué marca, dónde vive, en qué momento compra, ticket promedio, etcétera".
Para ello, las empresas de consumo masivo pagan una comisión fija que va aumentando en base al nivel de detalle que requieran para los reportes de cada campaña.
"Hoy, le confían todo eso al supermercado. Queremos cambiar el mindset: que ahora también puedan elegirnos a nosotros, vinculen a la marca a algo positivo porque los consumidores se alegran por los descuentos", afirma.
Según Rubino, sus sistemas permiten cruzar todos los tickets y analizar cómo estuvo el consumo, varió el precio de una región a otra, entre otra información. Pero también pueden generar reportes especiales en base a los requerimientos de las firmas clientes.
Para ello, están conectados con las oficinas en España, que les desarrollan funcionalidades "a medida", como la integración con el RENAPER para verificar identidades o la lectura de tickets a partir de fotos de menor calidad, ya que una parte del parque de celulares de la región no son tan avanzados como los de Europa.
La marca suma 12 productos todos los viernes y mantiene un total de 24 por semana. Entre las marcas adheridas, están Amstel, Molinos Ala, Eximia y una nueva bodega de Grupo Peñaflor.
Además, están las principales cadenas de supermercados (Coto, Disco, Jumbo, Carrefour, La Anónima, Toledo, entre otros) y farmacias, como Farmacity, Simplicity, Pigmento y OpenPharma.
"Estamos pensando también sumar a más industrias para que, por ejemplo, puedas ahorrar al comprarte un par de zapatillas", adelanta Rubino, quien señala que las marcas participantes muchas veces son promovidas por los propios consumidores.
"Los escuchamos mucho en las redes sociales. Un día de lluvia, una usuaria dijo en las redes que quería hacer una torta y lanzamos una promo de bizcochuelos", asegura el ejecutivo.
Además, adelanta que están "preparando una raspadita virtual que te dice si el usuario ganó cashback. Y queremos tener un registro de los usuarios que están en el supermercado para ayudarlos a comprar los productos participantes. Conectar con ellos".
Además, asegura que no quieren habilitar transferencias a cuentas bancarias de este dinero porque quieren que el usuario tenga los billetes en la mano y la sensación real de que está ahorrando, en lugar de que ese cashback "se pierda" en la lista de movimientos del home banking.
Pero si tienen en carpeta la posibilidad de que el efectivo pueda retirarse de las redes de cobranzas extrabancarias, como Pago Fácil y Rapipago.
De esta manera, la economía digital ofrece a los argentinos una nueva forma de ahorrar en sus compras y las marcas conocer el "pulso" del mercado, gracias al poder del Big Data. Y alzando la bandera de la "compra inteligente".