Desde hace unos años, se está generando una verdadera competencia entre las empresas por conseguir a expertos en Inteligencia Artificial y atraer y retener al talento tecnológico, que sea capaz de innovar y llevar a las empresas a liderar la aplicación de nuevas tecnologías

Sucede que el talento tecnológico sigue siendo escaso, difícil de retener y con salarios por las nubes, dado el valor de estos perfiles tan cotizados.

Ya lo predecía hace unos años el profesor de la Universidad de Washington, Luke Zettlemoyer, cuando recomendaba a todo estudiante que no supiera qué estudiar o cómo encaminar su carrera, que optar por formarse en Inteligencia Artificial y optar a un perfil profesional con alta empleabilidad y mejor remuneración.

Al día de hoy, el escenario se vuelve más agresivo, cuando aún es bastante escaso, los estudios y formaciones ofrecidos por las universidades para ser un experto en IA y poder cubrir la voraz demanda del mercado laboral.Evidentemente, este fuerte desajuste entre la demanda creciente y la escasez de talento tecnológico conduce a ciertas situaciones poco convencionales.

¿Listo para ejercer la profesión del futuro? Estas son las 3 consecuencias que da a conocer Universia sobre el aumento causado por la demanda de estudios relacionados con la inteligencia artificial.

1- Remuneraciones y salarios jamás vistos

Esto, por un lado, es muy atractivo para los profesionales afectados, pero también deja al margen de la carrera hacia la innovación, a empresas o proyectos más modestos o en proceso de desarrollo.Algunas ofertas han logrado tales cifras, que el sector se plantea la necesidad de fijar topes salariales y evitar que las pujas por atraer nuevos empleados sea una constante lucha entre empresas, donde solo ganan las que más dinero pueden aportar.

2- Capitación de profesores y formadores

Ante la falta de talento tecnológico formado y con experiencia, las empresas se centran en captar a docentes, lo que muchos de ellos ven como un gran problema para la industria y la sociedad, ya que aumenta el riesgo de estancar la generación de nuevos profesionales.De este modo, se está presenciando una continua fuga de cerebros de las universidades y centros de investigación, hacia empresas privadas, dejando a las instituciones encargadas de formar a nuevos perfiles, sin los miembros claves para hacerlo.

Uber o Silicon Valley son conocidas por captar a equipos docentes para el desarrollo de sus proyectos basados en Inteligencia Artificial.

3- Formaciones internasEs de las consecuencias más positivas, ya que muchas empresas como Google o Facebook, han optado por detectar y potenciar el talento que ya tienen y ver cómo orientarlo hacia la demanda creciente de expertos en IA.

Otras compañías optan por centrarse en profesionales que poseen capacidades muy válidas para ser talento tecnológico, como astrónomos o físicos, sobre todo procedentes de regiones más modestas, donde reciben salarios más bajos y tienen oportunidades de desarrollo más limitadas.

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