Arrancó Google, siguió Facebook, se sumó Twitter. El orden puede estar alterado. Lo cierto es que las plataformas digitales se suman al mundo de las transmisiones deportivas, al negocio del fútbol y de otros deportes como espectáculo.

¿Qué puede avizorarse hacia adelante cuando los derechos de transmisión dejaron de quedar sóllo en manos de los mismos de siempre?

Lo cierto es qué:

- Twitter anunció en el marco de la Feria de Electrónica de Las Vegas (CES) que a partir de este año comenzará a transmitir fragmentos de los partidos de la NBA.

- En el último tramo de 2018, Facebook selló su acuerdo con la Conmebol para emitir una serie de partidos de la Copa Libertadores de América entre 2019 y 2022.

- Y Google que, durante el Mundial de Rusia 2018 comenzó a informar sobre las alternativas de los distintos partidos del campeonato, meses después hizo lo propio en la Argentina.

- Firmó un acuerdo con la Superliga con el mismo objetivo: dar información en tiempo real sobre los partidos de cada una de las fechas y mostrar videos.

Los intereses entre quienes poseen los derechos de transmisión y los que pagan por tener una parte de ellos son claros. La Conmebol o la AFA cobran por los derechos que adquieren las plataformas digitales. ¿Y ellas, por qué pagan?

Porque dominan el mundo digital, podría ser una primera y vaga respuesta. Porque les significa ampliar el negocio, una obvia. Pero, ¿cuál es la razón de fondo?

Básicamente, el consumo de video se está concentrando cada vez más en Internet, incluso el que se emite en vivo que, en términos técnicos, es hasta más eficiente que la transmisión televisiva vía satélite.

El consumo de la TV llega a las 11 horas por día entre todos los dispositivos que uno utiliza. Cuando se desglosan, se advierte cada semana que los argentinos miran:

- 15 horas de televisión lineal.

- 14 horas de consumo de Youtube.

- 9 horas de Netflix.

Además, los smartphones y los Smart TV son las pantallas favoritas.

Hoy, los millennials se inclinan por Youtube, Netflix e Instagram, pero los centennials también comienzan a poner su impronta. Y no dudan en consumir video en vivo a través de la PlayStation 4 y Twitch.

"Nos vamos a encontrar en este entorno. Y lo que ocurra más allá dependerá del avance tecnológico", afirma Martín Caravia, director regional de Research de DirecTV.

Los entornos actuales son los de Facebook, Google y Twitter, que rápidamente interpretan las tendencias en materia de consumo, lo que comienzan a hacer los usuarios cuando tienen algo disponible, y que actúan en consecuencia. Especialmente, cuando sus espaldas son cada vez más amplias.

"Los programas televisivos son los últimos en entrar en esta disociación de contenido y red. Ya sucedió con las películas y el último gran paso a dar es el del contenido en vivo más relevante", explica a iProUP Enrique Carrier, analista en telecomunicaciones.

"Más allá del modelo OTT (que usan Netflix y Amazon Prime Video), el punto pasa por la escala que pueden lograr este tipo de empresas", completa el director de la consultora Carrier & Asociados.

Para el experto, la ventaja que tienen las empresas de Internet es su alcance global, más allá de los acuerdos puntuales que celebren con tal o cual torneo deportivo.

"Hasta ahora, en América Latina, el único que tenía escala para emitir a nivel regional era DirecTV, lo que le permite tener más capacidad de negociación que un operador de TV paga local", señala Carrier.

Y afirma: "Las empresas de Internet no sólo tienen esa capacidad sino que, además, poseen el agregado de estar fondeadas y de adaptar este nuevo contenido a su propio negocio, que es el de la publicidad", agrega el analista.

Los OTT –como Netflix, Hulu y Amazon, entre otros– lideraron los estrenos de series originales en 2018 en los Estados Unidos, con 160 nuevas producciones, según datos de Fox Research.

En consecuencia, no es descabellado advertir que las otras plataformas online están orientando cada vez con mayor fuerza parte de su negocio hacia el streaming en vivo de acontecimientos deportivos.

Otro ejemplo de esta nueva tendencia es el que protagonizará este año el OTT deportivo DAZN en Brasil, integrante del grupo Perform, que a partir de marzo comenzará a emitir los partidos de la Copa Sudamericana durante cuatro temporadas además de la Serie A y la Ligue 1 de ese país.

Es la primera incursión de esta compañía en América Latina, que inició sus operaciones en 2016 en Japón, Alemania, Austria y Suiza. Desde entonces, se fue expandiendo a distintos países, hasta llegar, ahora, al continente del potrero futbolero del mundo.

Y esto sin olvidar que Turner, integrante del mismo conglomerado al que pertenece DirecTV, cuenta desde hace un año con su propio OTT y que en marzo de 2018 comenzó a transmitir también los partidos de la UEFA a partir de un acuerdo multiplataforma. Como se advierte, se trata de una tendencia que sumará más ejemplos hacia adelante.

"Se está dando esta combinación de escala y capacidad económica que hace que las diversas plataformas se sientan tentadas a avanzar en este negocio y dejen afuera, en algunos casos, a las empresas que tradicionalmente se han hecho cargo de estas transmisiones", explica Carrier.

Tras las audiencias

Las nuevas maneras de llegar a las audiencias parecen explicar esta nueva tendencia. Desde que comenzó a incursionar en el mundo de las transmisiones deportivas en vivo a través de Facebook Watch, la plataforma de Mark Zuckerberg, al menos 400 millones de personas consumieron contenidos en esa plataforma. Y 75 millones usuarios la visitan todos los días.

En la Argentina, la red social cuenta con 31 millones de usuarios. Si bien no se conocen datos sobre el impacto de Watch, todo indica que el comportamiento sería similar al de cualquier otro servicio digital. Lo que no se sabe es qué tan mensurado está.

Parte de ello podría explicarse por el hecho de que todavía no se realizó una transmisión lo suficientemente atractiva como para advertir la tracción. Cuando arranquen los partidos de la Libertadores, seguramente comenzarán a aparecer las cifras.

El acuerdo sellado entre la Conmebol y Facebook se extenderá durante cuatro años y los fanáticos podrán agregar las transmisiones a sus listas de Watch para seguirlas a través de la página que la entidad futbolística tiene en esa red social.

En la Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, el convenio incluye 46 partidos por año. De ese total, 27 se transmitirán exclusivamente por Facebook todos los jueves. Y otros 19 se emitirán los martes y miércoles vía Facebook Watch en simultáneo con otros medios.

En términos de publicidad, el principal ingreso de estas plataformas, los jueves de partidos de la Libertadores serán de ganancia absoluta para la red social.

Pero, claro, eso no impedirá que el negocio se desarrolle por otras vías. Especialmente, al considerar que también se incluirán resúmenes de los partidos además de otros contenidos digitales.

Por su parte, Twitter encarará sus primeras experiencias de streaming con fragmentos de algunos partidos de la NBA. Habrá una cámara que seguirá a un jugador determinado durante la segunda mitad de cada disputa.

El resto sólo compartirá escena cuando entre en relación con ese deportista. Será el modo en que se invitará a los usuarios de Twitter a votar a su jugador favorito.

Si el basquetbolista entra al banco, la transmisión continuará pero desde su perspectiva. La participación de los usuarios se hará desde una cuenta que Twitter habilitó especialmente: @NBAonTNT.

"Hay una audiencia joven que no se suscribe a la televisión paga, pero que consume mucho a la NBA. Esta es una oportunidad. No se va a transmitir todo el juego pero se podrá ver a Stephen Curry entrando en calor", dijo Adam Silver, comisionado de la NBA durante la feria CES.

Y completó: "Tenemos mucho contenido y eso nos da muchas oportunidades para hacer experimentos. Sabemos que tenemos que proteger los derechos de quienes nos transmiten pero podemos probar con otras cosas".

Hace dos años, Google también había incursionado en la NBA y la NHL, brindando información sobre la formación de los equipos, estadísticas, fotos y hasta GIF animados de los partidos.

Parte de eso se realizó el año pasado a partir del acuerdo con la FIFA y la emisión de material vinculado con Rusia 2018, que luego se repitió en la Argentina con la Superliga.

"Estos movimientos por parte de las plataformas digitales también responden a la necesidad de agregar contenidos interesantes para los anunciantes. Aquellos que tienen abonos refuerzan ese negocio, además de contar con la espalda suficiente para amortizar la inversión", concluye Carrier.

Justamente, parte de esta avanzada de las empresas de Internet coincide con cierto repliegue de jugadores tradicionales en la compra de derechos de transmisión de espectáculos deportivos, que son cada vez más costosos y difíciles de trasladar a abonos.

Y los consumidores, a su vez, cada vez están más esquivos a contratar contenidos generalistas y más propensos a pagar sólo por aquellos que les interesa.

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