Luego de un intenso mes y medio de investigación, se logró identificar a la banda que secuestró y mantuvo cautivo durante cinco días a un supermercadista de Quilmes y cobró un rescate de u$s 60.000 en bitcoins. Pero además, fueron detenidos uno de los partícipes directos del rapto y dos de los presuntos cómplices.
Por otro lado, durante los primeros días de la investigación, fue detenido el dueño de la casa donde la víctima estuvo cautiva.
Además, según fuentes consultadas por La Nación, existen otros tres sospechosos acusados de haber participado del secuestro que tienen pedido de captura nacional e internacional.
Este caso no fue solamente atípico por el hecho de que el rescate se pagó en Bitcoins. Sino que también hubo otra cuestión que llamó la atención de los investigadores, ya que parte de las negociaciones llevadas a cabo por los delincuentes fueron vía llamados desde Colombia y Venezuela.
En el transcurso del día de hoy serán indagados los tres sospechosos detenidos ayer. La causa se tramita en el juzgado federal de Quilmes, a cargo de Luis Armella, y la investigación está en manos de la fiscal federal Silvia Cavallo, que cuenta con la colaboración de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Ufese), conducida por Santiago Marquevich.
La víctima, dueño de un importante supermercado de Quilmes, fue privada de su libertad la mañana del 13 de octubre pasado poco después de salir de su casa, entre Villa Devoto y Villa Pueyrredón, en la ciudad de Buenos Aires, mientras se dirigía a su trabajo.
Una vez que el empresario ya estaba secuestrado, que inicialmente se sospecha que fue en la localidad de Los Hornos en La Plata, su hermano recibió el primer llamado extorsivo en el que se le exigió el pago de un importante rescate en dólares.
"Todos las comunicaciones fueron por WhatsApp. Hubo mensajes escritos, mensajes de voz y llamadas. La primera exigencia de dinero para liberar a la víctima era imposible de pagar", señaló una fuente del caso al medio La Nación.
Por su parte, la familia de la víctima hizo la denuncia y tomó intervención la fiscal Caballa, que desde un primer momento tuvo la colaboración de personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes. Después se sumaron a la pesquisa detectives de las divisiones Operativa Sur y Ciberdelitos de la Policía Federal Argentina (PFA), integrantes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y especialistas de Cibercrimen de la Policía de la Ciudad.
Luego de una serie de negociaciones, la familia y los secuestradores acordaron cuatro pagos en bitcoins y la víctima fue liberada. El pago del rescate habría ascendido a los u$s 60.000 en la criptomoneda.