Hay cosas de las que no se vuelve. Así como quien probó un servicio de streaming alguna vez, nunca más fue a alquilar una película a un videoclub, aquel que empezó a utilizar su dinero desde una cuenta digital o bancaria, nunca más volvió al efectivo. Esto es una tendencia que se da en todo el mundo, no hay país que haya retrocedido en este sentido.

Casi la mitad del país no usa ningún servicio financiero

Esta situación se da por el salto cualitativo en la experiencia con la cual las personas pasan a relacionarse con el dinero cuando logran digitalizarlo. Para aquellos que estamos bancarizados hace tiempo, esto puede sonarnos extraño porque nos es tan obvio tener una cuenta bancaria que no frenamos a pensar qué pasaría si, de repente, todo nuestro dinero se convirtiera en efectivo y lo tuviésemos que gestionar en forma manual para hacer cualquier transacción del día a día. Ni hablar de aquellos privilegiados que pueden ahorrar, cómo harían para resguardar su plata, mantenerla segura y no perder contra la inflación.

Si bien a muchos les puede parecer algo obvio, casi la mitad del país no usa ningún servicio financiero,a pesar de tener acceso a una cuenta. Pero esto está sufriendo un quiebre muy fuerte, motivado en gran parte por la aparición de las Fintech que están logrando una revolución en la industria financiera tradicional, basado en tres pilares fundamentales:

El primero es un tema de costos. La tecnología permite ofrecer servicios de mejor calidad a un menor precio, que generalmente es gratis. Esto ya elimina una barrera enorme de acceso.

Las nuevas empresas del mundo de las finanzas se esfuerzan por ser lo más empáticas posibles,

El segundo es una cuestión de experiencia. Las Fintech invierten muchísimo en solucionar todos los focos de dolor de los clientes y lograron que esa experiencia de ir a un banco, muchas veces comparadas con ir a un dentista, desaparezca y se convierta en algo positivo.

Y en tercer lugar, la accesibilidad. Las nuevas empresas del mundo de las finanzas, ya no se jactan de quien tiene el edificio más alto en el centro de la ciudad, sino todo lo contrario, se esfuerzan por ser lo más empáticas posibles con sus usuarios objetivos, apostando generalmente a la masividad, sin tanta segmentación de clases, tratando a todos bien por igual.

El hecho de que todos los días incumbentes, grandes empresas y nuevos emprendimientos lancen sus Fintech al mercado demuestra el tamaño de la oportunidad. Muchos no prosperarán como negocio pero que sin dudas traerán grandes beneficios para la sociedad a través de la competencia, mejorando productos y servicios, y bajando sus respectivos precios.

*Hernán Corral es CPO de Naranja X

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