En otros países como Chile o Brasil, ya son parte de los movimientos frecuentes de las operaciones comerciales financieras de las empresas. En Argentina, este instrumento comenzó a operarse efectivamente en julio de 2019 y desde ese momento no para de crecer, duplicando sus volúmenes mes a mes, superando momentos críticos en la economía del país.

Como lo fue el cambio de gestión de Gobierno, momento en que, lejos detenerse, fue el mes que más operó desde su nacimiento, alcanzando cerca de los mil millones de pesos, demostrando ser un instrumento robusto para momentos complejos.

En plena pandemia, las empresas PyME han encontrado nuevamente en este instrumento un mecanismo efectivo de liquidez.

"Vimos duplicada la cantidad de empresas y profesionales que buscan descontar sus facturas y se triplicó la cantidad de operaciones canalizadas desde el inicio de la cuarentena. Esto se debe a varios motivos, algunos relacionados obviamente con la prohibición de la circulación, pero otros referidos directamente a los beneficios de esta herramienta", menciona Bruno Cosentino, CEO de INVOITION, la primera y única plataforma para el descuento de facturas de crédito 100% online e integrada de Argentina.

Cabe recordar que antes de la pandemia, la cadena de pagos en Argentina ya se encontraba muy dilatada. Además, la mayoría de las pyme y profesionales, con sus calificaciones crediticias tomadas, y muy pocas podían y pueden acceder a un crédito bancario.

Esto impulsa los motivos obvios de por qué se están buscando mecanismos novedosos de financiamiento. Además, se agrega la baja de ventas, la incapacidad de traslado, incluyendo ir a buscar o depositar un cheque. A su vez, la preservación de la salud de los empleados resistiéndose a la exposición de transmisión del virus por intercambio de papeles, tal como sucede con el billete.

"Tenemos que entender que el empresario pyme argentino es un luchador, que lleva muchos años remándola y aprendiendo. Que es un experto en crisis y contingencia. Y que la gran mayoría ya ha incorporado y entendido que cuando esta crisis termine la actividad no volverá a los niveles anteriores, que tampoco eran muy buenos, de manera mágica. Razón por la cual se resisten a tomar un crédito a 90 días, o 18 meses, por más blando que sea. Todos sabemos que probablemente los meses posteriores a la cuarentena sean igual de duros", agregó Cosentino.

Dentro de los motivos menos evidentes, está el correlato por parte de las grandes empresas que también están encontrando en la factura de crédito electrónica un buen mecanismo de financiamiento y pagos de manera 100% online.

Ha quedado reflejado en las transacciones desde iniciada la crisis por el COVID-19, que muchas grandes empresas han comenzado a estirar sus pagos, pero también aceptando las FCE de manera expresa. Esto significa que se está dando una negociación entre las partes.

En este punto debe tenerse en cuenta que las grandes empresas mediante la aceptación de las facturas a sus proveedores para que estos las descuenten, también estiran la liquidación de retenciones, beneficio que les permite incorporar mayor cintura financiera, algo que escasea en tiempos revueltos como los que se están viviendo.

Otro punto que ha quedado evidenciado en las operaciones realizadas los últimos 15 días, es la desarticulación de la ecuación prestablecida entre proveedores y grandes clientes y los supuestos que es fijaban.

Esto implica que la pyme ya no acepta tantos términos ni exigencias en cuanto a los pagos e impone sus necesidades, debido no sólo al contexto que la enmarca, sino al estar respaldada por las condiciones legales que posee la factura de crédito. Este escenario no se había hecho tan evidente hasta ahora.

"Durante mucho tiempo se les dijo a las empresas pymes que las únicas vías para la gestión y descuento online de Facturas de Crédito, eran AFIP y el Mercado de Valores. Cosas que automáticamente dejan fuera de juego a cientos de miles de ellas, que no tienen un departamento o responsable de finanzas, y ni hablar en el caso de los profesionales. Hoy la necesidad de la búsqueda de alternativas y del boca en boca, está haciendo llegar a más gente esta herramienta simplificadora, que somos las plataformas digitales como INVOITION. El 80% de nuestros usuarios llegan a la plataforma por recomendación", relata su CEO.

En este escenario es donde los expertos aplauden que la resolución que implementó esta herramienta, haya explicitado en la Ley de Financiamiento Productivo la existencia de herramientas tecnológicas que resumieran todo el tecnicismo entorno a la factura de crédito, denominándolas plataformas.

Poco a poco, las pymes y profesionales fueron descubriendo un mundo en el que sólo debían crear una cuenta online, tener un seguimiento de la vida de cada factura de crédito, presionar un botón para "descontar factura", cuanto ésta estuviera lista, y recibir los fondos en la plataforma, en menos de 48hs. como sucede en Invoition.com.

La factura de crédito puede mover el 5% del PBI Argentino, alcanzando los casi 25.0000 millones de dólares al año, pero aún más importantes es que todo ese dinero se vuelve a la producción.

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