La estadística oficial muestra que la desocupación en Argentina subió un punto, llegando al 10,1%. Esto hace que aparezcan nuevos fenómenos relacionados con la crisis económica, que van desde más gente desempleada como gente con empleo que busca nuevas posibilidades para tener un sueldo más alto.

Los datos oficiales revelan que las personas ocupadas y sub ocupadas (que no tienen el empleo que desean) y que están buscando activamente otro trabajo, pasó del 29,9% al 33,9% en un año

Nuria Susmel, economista senior de FIEL y experta en temas laborales explicó a Clarín que "cuando los ingresos del hogar caen, hay integrantes del hogar que no estaban trabajando y salen a trabajar para completar esos ingresos" y agregó que "en el último año, con una inflación que superó el 50% y salarios que, con suerte crecieron un 35%, hubo una pérdida muy fuerte del salario real: resulta razonable que haya más gente buscando empleo", señaló.

A partir de los datos oficiales la economista aseguró que "de los que buscaban trabajo, más de la mitad no lo encontró" y se vio un aumento del empleo informal, gente trabajando en apps de delivery, "hacer de uber" e incremento del servicio doméstico.  

"Este aumento del empleo informal ya venía pasando, lo que se vio ahora es que la tasa de ocupados creció (1,7%), junto a una expansión de la Población Económicamente Activa (PEA). Esto dejó a la luz, que más gente está buscando trabajo y que no lo consiguió", afirma Susmel.

Jorge Colina, economista de IDESA, afirma que del total de personas ocupadas, un 22% busca otro trabajo porque necesita otro ingresos o porque trabaja menos horas. Sin embargo advierte que gran parte de los nuevos empleos son precarios y no generan aportes previsionales.

El economista afirmó que del total de ocupados en Argentina, el 25% trabaja por su cuenta y el 75% en asalariado (de los cuales 25% trabaja en negro y 50% en blanco). La consultora Ecolatina explicó que la mayor cantidad de puestos de trabajo se explican por la expansión del empleo informal al extrapolar "los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) al total de la población y se los compara con los datos de empleo del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA)"

Para mejorar la calidad de empleo Eduardo Levy Yeyati, director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Di Tella, recomienda tres líneas de acción: "La primera y obvia es crear empleo: los pocos sectores que crecen como la energía o el campo no son intensivos en trabajo. Una alternativa sería destinar recursos a sectores que generan empleo, y que hoy están contrayendo fuerte".

"La segunda, es que también debería mejorar la formación para el trabajo, tanto de jóvenes como de adultos, que en la Argentina suele venir a la saga de otras iniciativas educativas" y agregó que "otra asignatura pendiente es mejorar la calidad del trabajo independiente, que hoy suele ser muy precario, por ejemplo con beneficios laborales asociados".

¿Precarización 4.0?

Del otro lado se posicionan las plataformas que buscan "democratizar" el acceso al empleo como Rappi, Glovo y Uber. Sin embargo, estas compañías emplean trabajadores autónomos que facturan por sus servicios y no pertenecen a la planta. Según las empresas, los ciclistas "tienen la libertad para trabajar cuando quieran, el tiempo que quieran".

Sin embargo, hay quienes ven a los repartidores como "empleados encubiertos", ya que no tienen contrato, no los protege ningún convenio y, si tienen un accidente, los gastos corren por su cuenta.

"No tienen obra social, ni vacaciones y son ellos los que hasta se pagan Internet", dice Emiliano Guillo, un periodista que durante diez días fue "rappitendero" para vivir la experiencia en primera persona.

Ante este panorama, trabajadores de estos servicios se presentaron en octubre ante la Secretaría de Trabajo para inscribir al primer sindicato de plataformas de la Argentina y de América: la Asociación de Personal de Plataformas (APP).

"Los trabajadores de Rappi comenzamos a reunirnos y discutir cómo mejorar nuestras condiciones de trabajo. Fuimos convocados a participar con consignas como 'sé tu propio jefe', pero rápidamente comenzamos a darnos cuenta de que las aplicaciones funcionaban gracias a nosotros y no podíamos decidir nada", afirmaron.

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