El gobierno de Vladímir Putin estaría desarrollando un arma antisatélite basada en la generación de "nubes de metralla" en órbita
23.12.2025 • 17:35hs • Polémica
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Alerta para Elon Musk: Rusia prepara una ofensiva espacial contra los satélites Starlink
La OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) sospecha que Rusia estaría en preparación de una ofensiva contra los satélites de Starlink, propiedad de Elon Musk, que orbitan sobre su territorio.
De acuerdo con informes de inteligencia difundidos, el gobierno de Vladímir Putin estaría desarrollando un arma antisatélite basada en la generación de "nubes de metralla" en órbita.
Alerta, Elon Musk: Rusia prepara ofensiva espacial contra satélites Starlink
La estrategia, conocida como "efecto zonal", consistiría en liberar cientos de miles de partículas metálicas de alta densidad capaces de inutilizar múltiples satélites de manera simultánea.
El objetivo principal sería desactivar la constelación de Starlink, que se volvió un recurso estratégico para Ucrania en medio de la guerra con Rusia, al proveer comunicaciones seguras y de alta velocidad en zonas de conflicto.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Konstantin Vorontsov, ya había advertido en octubre que los satélites comerciales que brindan apoyo a las fuerzas armadas ucranianas podrían ser considerados "objetivos legítimos" para la Fuerza Aérea rusa.
Según sus declaraciones, las infraestructuras "casi civiles" que participan en operaciones militares exponen a la humanidad a riesgos injustificados, factor que abre la puerta a represalias en el espacio.
Rusia prepararía una ofensiva para derribar a los satélites que se encuentran en órbita de Starlink
La posibilidad de que Rusia despliegue este tipo de arma genera alarma en la comunidad internacional. Un ataque de estas características afectaría a los satélites de Musk y provocaría un caos orbital incontrolable, con consecuencias para miles de sistemas en funcionamiento.
Empresas privadas, gobiernos y hasta países aliados de Moscú, como China, dependen de la infraestructura espacial para comunicaciones, defensa y servicios esenciales. Un escenario de contaminación masiva en la órbita baja terrestre pondría en riesgo la sostenibilidad de las actividades espaciales y la seguridad global.
Starlink concentra casi dos tercios de los más de 14.000 satélites activos en la órbita baja terrestre. Su papel fue crucial para mantener la conectividad en Ucrania y para garantizar operaciones militares frente a la invasión rusa.
Por ello, la constelación se volvió un blanco estratégico para Moscú, que busca limitar la superioridad tecnológica de Occidente en el espacio.
Los servicios de inteligencia de Canadá y Francia también expresaron preocupación por el desarrollo de esta tecnología, al detallar que inutilizaría el espacio para siempre si se despliega de manera masiva.
La Fuerza Espacial de Estados Unidos, en tanto, se mantiene en alerta y evalúa posibles medidas de protección para los satélites de Musk y de otras compañías privadas que operan en órbita.