La Inteligencia Artificial (IA) marcó un punto de inflexión en la historia de la humanidad posmoderna y promete seguir revolucionando todas las áreas de la vida de las personas, pero para una pequeña isla del Caribe, la IA es una considerable fuente de ingreso: se trata del archipiélago perteneciente a Reino Unido, Anguila.
La historia se remonta a la década de 1980, cuando la Internet Corporation for Assigned Names and Numbers (ICANN), repartió los dominios o direcciones IP (Internet Protocol o Protocolo de Internet) y designó el .ai para Anguila.
Estas siglas, en inglés, representan las palabras Artificial Intelligence o Inteligencia Artificial, por lo que hoy son un gran valor para las empresas que quieren vincularse, desde su sitio web, a la IA.
Anguila es un pequeño archipiélago del Caribe, de tan solo 16.000 habitantes, cercano a Puerto Rico, no autónomo de su colonizador, Reino Unido, que aún posee incidencia en las islas y es considerado un paraíso fiscal, ya que, prácticamente, no poseen impuestos.
Sus principales actividades económicas se centran en el turismo de lujo, por sus playas paradisíacas, la pesca de langostas y las remesas, aunque, desde hace algunos años, el aumento en la compra de dominios con terminación en .ai, comenzó a tomar relevancia para la economía del país, al punto que en 2023 representó el 20% de los ingresos totales del país.
De acuerdo con datos provistos por Domain Name Stat, el recuento total de dominios .ai casi supera el millón de registros, por lo que hoy se posiciona por encima del .ar de la Argentina: estos números vieron un importante incremento desde principios de marzo de 2023, donde rondaba los 118.000.
Empresas de Ánguila ganan millones gracias a su dominio '.ai', asociado a la Inteligencia Artificial
Anguila: el país de solo 16.000 habitantes donde el 20% de los ingresos son de empresas de IA
En la Argentina, los registros se realizan ante el NIC, la Dirección Nacional del Registro de Dominios de Internet, que se ubica bajo la órbita de la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia de la Nación, por lo que el dinero por la compra de un dominio, va al Estado argentino.
En el caso de Anguila, hicieron un acuerdo con la empresa Identity Digital, para gestionar mejor estas solicitudes, que representan el 20% de los ingresos del archipiélago, lo que equivale a decenas de millones de dólares y que, pretenden, tenga un impacto en infraestructura del país.
Estas no es la primera vez que un dominio, designado hace casi 40 años, tiene un impacto positivo en la economía actual, relacionada con un rubro específico, a través del las dos letras y un punto, al final de su URL.
Uno de los casos paradigmáticos es el .tv, también de una pequeña isla, pero del Pacífico, Tuvalu, que tuvo un boom de registros luego de que la plataforma de transmisiones en vivo, Twitch, utilizara su dominio, fijando un estándar para aplicaciones de streaming similares.
Así y todo, la cantidad de registros de Tuvalu, no superan a los de Anguila, caso distinto al de Montenegro, antiguamente parte de Yugoslavia, que posee .me, muy utilizado en plataformas de mensajería y que lleva registrados más de 2,5 millones de sitios.