Un hombre buscó ayuda en la IA para tramitar su jubilación, pero salió mal: confió en ChatGPT y terminó percibiendo un 75% menos de lo que esperaba
11.09.2025 • 07:27hs • REDES SOCIALES
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El caso viral de un hombre que confió en ChatGPT para pedir la jubilación y perdió casi todo
Un hombre que quiso jubilarse antes de tiempo terminó llevándose una sorpresa inesperada. Es que, por confiar en las indicaciones de ChatGPT para hacer todo el trámite, terminó cobrando un 75% menos de lo que esperaba.
La situación refleja algo que cada vez se ve más: mucha gente recurre a la inteligencia artificial para resolver trámites pesados o despejar dudas legales. Pero lo que parece una solución rápida y cómoda puede terminar saliendo carísimo si no se chequea con profesionales.
Eso fue lo que pasó en este caso. Un hombre en España siguió paso a paso lo que le indicó la IA y presentó la solicitud sin hablar con abogados ni consultar a la oficina correspondiente.
El resultado: cuando llegó la resolución oficial, la prestación reconocida fue de apenas 200€ por mes, muy lejos de los 800€ que la herramienta le había hecho creer.
El motivo no deja de ser llamativo: ChatGPT citó una supuesta disposición inexistente dentro del ordenamiento jurídico español. Es decir, la IA inventó artículos legales y el cálculo se derrumbó.
Esta historia se hizo rápidamente viral en redes sociales, ya que remarca un punto clave: la IA no puede reemplazar a un profesional cuando se trata de jubilaciones, trámites o dinero.
Ignacio de la Calzada, el abogado laboralista que tomó el caso, fue directo: "El ciudadano debió consultar antes de avanzar. Revertir una resolución así es prácticamente imposible".
Así, el caso deja en evidencia los límites de estas tecnologías: pueden sonar convincentes, pero dar respuestas diferentes según cómo se formule la pregunta, inventar leyes y transmitir una confianza engañosa.
Aunque las empresas que desarrollan estas herramientas avisan que hay que verificar la información, lo cierto es que muchos usuarios se quedan solo con lo que les responde la pantalla.
La IA sirve —y mucho— para tareas simples, como redactar textos o armar informes. Pero cuando lo que está en juego es el bolsillo o el futuro previsional, la recomendación de los expertos es clara: mejor hablar con un humano antes de apretar "enviar".