Semanas atrás se conoció que los argentinos tuvieron un gasto récord en compras en el exterior, con el boom de los envíos puerta a puerta y la liberación de las exportaciones; sin embargo, la industria local se ve amenazada y puso el grito en el cielo.
Ahora que las compras con Shein y Temu acaparan la atención, la Cámara Argentina de la Indumentaria (CIAI) apuesta de lleno ante la recesión que sufre el rubro por un proyecto de ley inspirado en la normativa francesa sancionada en junio de este año, con el fin de llevar un poco de calma al sector.
La Ley anti Shein
De esta forma, esta iniciativa apodada "Ley anti Shein" buscará tener el respaldo de todos los partidos políticos, ya que contempla diversas medidas regulatorias como controles ambientales, certificaciones de origen, límites a la toxicidad de los productos, cambios arancelarios e impositivos.
Pero además, el fin de este proyecto de ley presentado por la entidad es poner un límite sobre lo que la organización cataloga como competencia desleal en este boom de los envíos puerta a puerta que atraviesa la Argentina.
La ley francesa que se tomó de ejemplo posee estos puntos interesantes:
- Aplicación de una tasa ecológica progresiva por prenda de moda ultrarrápida.
- La prohibición de publicitar estas marcas en medios y redes sociales.
- Aplicar sanciones por incumplir normativas ambientales.
No obstante, además de estos puntos, a nivel local también se evalúa que la ley cuente con un pago de aranceles por parte de las plataformas, y también prevé que se paguen impuestos específicos por la ventaja competitiva que obtienen al vender su indumentaria en suelo argentino.
La preocupación en cifras del sector
Por último, semanas atrás se conoció, según datos de un análisis del CIAI, con datos del INDEC y del BCRA, que los argentinos marcaron un gasto récord entre enero y mayo de 2025 de u$s1.572 millones, en lo que se refiere a compras de ropa en el exterior.
Además de este nuevo récord, al cual no se llegaba desde 2017, por su parte, los envíos de puerta a puerta también registraron un fuerte crecimiento del 211%, con lo que también marcaron un nuevo hito, denominado por muchos como el "efecto Shein".
Finalmente, según los datos publicados por la Fundación ProTejer, durante el primer trimestre del año, las importaciones de ropa se dispararon un 86%, mientras que la indumentaria importada superó en un 67% a las prendas de confección nacional.