La competencia por dominar la inteligencia artificial se volvió feroz en Silicon Valley, donde los gigantes tecnológicos están en plena batalla por atraer a un reducido grupo de investigadores de primer nivel, dispuestos a pagar cifras récord por su talento. Una de estas compañías es Meta.
Mark Zuckerberg, CEO de Meta, diseñó –según rumores– una estrategia para captar a científicos e ingenieros de alta gama, registrados en un documento interno conocido como The List.
En ese listado, figuran los perfiles más destacados, junto con información sobre sus trayectorias y hasta preferencias de contacto.
Wall Street Journal apuntó que Meta llegó a ofrecer contratos cercanos a los u$s100 millones para atraer a los mejores.
El caso más destacado fue el de Matt Deitke, un joven investigador de 24 años que abandonó su doctorado en la Universidad de Washington para dedicarse de lleno a la IA aplicada.
En un primer momento, Meta puso sobre la mesa una propuesta de u$s125 millones a pagar en cuatro años, que Deitke rechazó.
Sin embargo, la compañía insistió, Zuckerberg intervino personalmente y duplicó el monto.
Finalmente, cerraron un acuerdo de u$s250 millones con hasta u$s100 millones solo en el primer año, combinando salario, bonos y acciones.
En noviembre de 2024, Deitke fundó Vercept, startup enfocada en mejorar la interacción entre los usuarios y la tecnología a través de interfaces intuitivas, sin menús complicados ni programación.
Para su creación, la compañía levantó u$s16,5 millones en inversiones, y obtuvo el respaldo de grandes figuras como Eric Schmidt, exCEO de Google.
Al aceptar el ofrecimineto de Meta, Deitke abandonó Vercept, sorprendiendo incluso a quienes formaban parte del proyecto junto a él. Tanto que su cofundadora y actual CEO, Kiana Ehsani, bromeó en redes sociales sobre el tamaño del contrato: "Estamos deseando unirnos a Matt en su isla privada el año que viene".
Los perfiles que busca Zuckerberg para su compañía responden a un patrón muy definido:
Estos profesionales, que tienen entre 20 y 30 años, trabajan en problemas de altísima complejidad, lo que exige gran capacidad de cálculo y acceso a infraestructura de primer nivel. También tienen un fuerte red de contactos constante entre ellos.
Para coordinar esta ofensiva de reclutamiento, Zuckerberg participa en un chat grupal con ejecutivos de Meta, llamado Recruiting Party.
Allí discuten sobre cientos de potenciales candidatos y analizan la mejor forma de contactarlos, ya sea por correo electrónico, WhatsApp o mensajes de texto, con el objetivo de cerrar la contratación lo antes posible.