Una potencia occidental anunció este miércoles 13 de agosto la imposición de restricciones parciales a las llamadas realizadas a través de las aplicaciones de mensajería WhatsApp y Telegram.
La medida forma parte de una estrategia más amplia de control sobre el ecosistema digital del país. Según el comunicado oficial, la decisión busca combatir el creciente uso de estas plataformas para actividades delictivas, como estafas, extorsiones y presuntos actos de sabotaje y terrorismo.
Qué potencia europea prohibió las llamadas en Telegram y WhatsApp
En concreto, la iniciativa fue comunicada por Roskomnadzor, el organismo estatal que regula las telecomunicaciones y medios digitales a lo largo y ancho de Rusia.
Roskomnadzor detalló que ambas aplicaciones extranjeras se convirtieron en los principales canales utilizados por delincuentes para engañar a ciudadanos, suplantar identidades bancarias y coordinar acciones ilegales.
El regulador sostuvo que las empresas detrás de WhatsApp y Telegram ignoraron reiteradas solicitudes para implementar medidas de seguridad que protejan a los usuarios rusos.
Por ello, se resolvió limitar el acceso a las funciones de llamadas, aunque se aclaró que no se aplicarán otras restricciones al funcionamiento general de las plataformas.
Desde el fin de semana previo al anuncio, miles de usuarios rusos comenzaron a reportar fallos en las llamadas en ambas aplicaciones, algo que anticipó la decisión oficial.
El Ministerio del Interior ruso reveló que, en 2024, más de 448.000 personas fueron víctimas de fraude digital, con pérdidas que superaron los u$s2.000 millones.
En paralelo, el Ministerio de Desarrollo Digital indicó que el acceso a las llamadas será restablecido si las plataformas cumplen con la legislación rusa, que incluyen la entrega de datos a las fuerzas del orden en casos de investigación.
La medida se inscribe en una política de "soberanía digital" promovida por el Kremlin desde la invasión a gran escala de Ucrania en 2022.
En ese contexto, Rusia bloqueó redes sociales como Facebook e Instagram, declaró extremista a Meta, empresa matriz de WhatsApp, e impulsó el desarrollo de una aplicación de mensajería nacional llamada MAX, que ya cuenta con más de 2 millones de usuarios registrados.
Esta app, integrada con servicios públicos y pagos digitales, está diseñada para cumplir con los requisitos de monitoreo estatal.
La respuesta de WhatsApp
Tras la polémica decisión, la red de mensajería más utilizada del planeta, emitió una contundente respuesta.
"WhatsApp es privado, cifrado de extremo a extremo y desafía los intentos del gobierno de violar el derecho de las personas a una comunicación segura, razón por la cual Rusia está tratando de bloquearlo a más de 100 millones de rusos", resaltó la plataforma en un comunicado.
Y añadió: "Seguiremos haciendo todo lo posible para que la comunicación cifrada de extremo a extremo esté disponible para las personas en todas partes, incluso en Rusia".