Jackson Greathouse Fall intentó volverse millonario siguiendo a rajatabla las recomendaciones de ChatGPT, pero las cosas no terminaron bien y terminó perdiendo u$s26.000.

Greathouse Fall hizo publico su experimento -al que bautizó como HustleGPT- paso a paso en X, y terminó dejando un ejemplo de los riesgos que implica confiar en la IA para tomar decisiones financieras.

El caso se desarrolló de la siguiente manera. El hombre decidió comenzar su experimento en 2023 con un presupuesto inicial de u$s100, preguntándole a la IA cómo hacerse rico y siguiendo cada indicación sin modificar nada. 

ChatGPT le sugirió iniciar un negocio de comercio electrónico enfocado en productos ecológicos, un sector en auge y él puso el plan en marcha:

Por qué falló el experimento

El sitio recibió muchas visitas gracias a la publicidad y al interés mediático que generó por el experimento. Algunos inversionistas aportaron pequeñas sumas motivados por la idea y la curiosidad.

En pocos días, la tienda logró una valoración teórica de u$s26.000, pero el éxito fue solo una apariencia ya que la tienda no concretó ni una sola venta real.

Como la web no contaba con productos propios, logística de entrega ni estrategias efectivas para convertir visitas en compradores, la combinación de tecnología y publicidad solo logró generar atención, pero no ingresos genuinos.

Él mismo reconoció que, además de la plata de curiosos e inversionistas, lo único tangible fue el impacto mediático que tuvo su idea. Con el tiempo, el interés cayó, el proyecto quedó inactivo y GreenGadgetGuru.com fue abandonado.

El caso de Jackson Greathouse Fall evidencia que, aunque la inteligencia artificial puede dar ideas y estrategias, no reemplaza la planificación y ejecución de un negocio real.

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