Microsoft propuso un reto abierto al público para poner a prueba la percepción visual de miles de personas en todo el mundo, en tiempos donde distinguir entre una imagen generada por inteligencia artificial y otra real es cada vez más difícil.
La consigna es simple y consiste en identificar si una imagen fue tomada por una cámara o fue creada por algún modelo de IA. La actividad se realiza online a través del sitio www.realornotquiz.com y ya participaron más de 12.500 personas.
Sin embargo, las respuestas registradas demostraron que distinguir entre una foto real y una falsa no es una tarea fácil. Además, el reto revela patrones sobre cómo interpretamos lo que vemos.
El experimento utiliza una base de más de 287.000 imágenes, compuesta por una mezcla aleatoria de fotografías reales y otras generadas por sistemas de IA como ChatGPT o Grok.
Cada intento presenta al usuario una selección aleatoria de 15 imágenes que se renuevan en cada ronda.
Hasta ahora, el promedio de aciertos ronda el 63%, apenas por encima de lo que se obtendría al adivinar al azar. Este dato refleja un escenario inquietante: muchas veces, la intuición no alcanza para diferenciar una escena verdadera de una fabricada por algoritmos.
Por qué confundimos imágenes reales con creaciones de IA
Una de las dificultades más comunes se da cuando una imagen real es modificada digitalmente mediante IA. En esos casos, los niveles de precisión bajan drásticamente, con tasas de acierto de apenas un 21% o 23%.
Otro ejemplo son las imágenes militares tomadas en condiciones inusuales de iluminación o color, que suelen ser confundidas con producciones artificiales, registrando errores de identificación superiores al 80%. La percepción falla cuando lo que vemos no coincide con lo que esperamos.
Por otra parte, las imágenes generadas por IA en baja resolución también tienden a pasar por reales. En estos casos, nuestro cerebro asocia la nitidez con veracidad, lo que abre la puerta a nuevas formas de engaño visual.
El conocimiento previo también juega un rol clave a la hora de distinguir la IA de la realidad. Los usuarios con más experiencia identifican mejor ciertas huellas digitales de los modelos de IA como texturas artificiales, fondos repetitivos o combinaciones de colores poco naturales.
Sin embargo, no todas las imágenes presentan el mismo nivel de dificultad. Las personas creadas por IA suelen ser más fácilmente reconocibles, mientras que los paisajes o escenas con objetos inanimados representan un mayor desafío.
El juego de Microsoft no es solo para divertirse o aprender un poco más, sino también para hacernos pensar en lo fácil que es confundir lo real con lo creado por una máquina.