El atentado contra el expresidente Donald Trump, ocurrido durante un mitin político en Butler, Pennsylvania, el sábado pasado, marcó un punto de inflexión en la campaña presidencial estadounidense.
Este hecho, que dejó dos muertos, incluido el atacante, y varios heridos, entre ellos el propio Trump, podría convertirse en un catalizador significativo para su regreso a la Casa Blanca.
La imagen de Trump, levantándose herido y arengando a su audiencia con el grito de "Let's Fight, Let's Fight, Let's Fight" frente a la bandera estadounidense, podría ser el símbolo más potente de su campaña que lo devuelva a la presidencia de los EE.UU.
Mientras los analistas políticos debaten si este evento realmente le asegura la presidencia, se puede examinar los posibles impactos y repercusiones económicas, así como posicionarnos para beneficiarnos de este nuevo escenario.
La administración Trump implementó políticas proteccionistas bajo el lema "America First", imponiendo aranceles a productos chinos.
Si Trump regresa al poder, es probable que aumente estas tarifas, afectando a empresas con alta exposición a las cadenas de suministro chinas.
Esto impactaría a sectores tecnológicos e industriales que dependen de componentes y minerales chinos, así como a aquellas con una demanda considerable del mercado chino.
Trump fue conocido por presionar a la Reserva Federal (FED) para reducir las tasas de interés, buscando estimular la economía a través de un mayor crédito de consumo e hipotecario.
Con la FED tratando de controlar la inflación, el regreso de Trump podría llevar a una política monetaria expansiva, beneficiando sectores que dependen del crédito barato.
La política de "fronteras abiertas" de Biden permitió una oferta de mano de obra más barata.
Un cambio en esta política podría incrementar los salarios promedio, lo que se traduciría en mayor renta disponible para los trabajadores, aunque también podría tener un efecto inflacionario.
Una estrategia efectiva en el mercado de capitales es invertir en ETFs (Fondos) de índices de mercado.
El S&P 500, que incluye las 500 empresas más grandes de Estados Unidos, tuvo un buen rendimiento bajo Trump, con un aumento del 67% en sus cuatro años.
Sin embargo, hoy la oportunidad podría estar en otro índice: el Russell 2000, compuesto por 2000 empresas de pequeña y mediana capitalización.
*Por Luis Aguilar, CEO y fundador de Freenance. Además es asesor financiero matriculado y regulado por la CNV