Uno de los impuestos más cuestionados de los últimos tiempos es Ganancias. Hasta su definición semántica fue blanco de numerosas quejas. Luego que el exministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa avanzara con modificaciones en ese tributo, el nuevo gobierno de Javier Milei confirmó su intención de dar marcha atrás.

Massa planteó dos etapas:

Para los sueldos de los últimos meses de 2023 se aplicaron cambios por decreto, mientras que la ley aprobada en septiembre cambiaría el cuadro de situación a partir del mes que viene.

Ahora, con un cambio de rumbo del nuevo Gobierno, muchos trabajadores no solo deberían pagar de nuevo, sino que tendrían una deuda producto de los descuentos mal aplicados en la última parte de este año.

Qué significaría retroceder con los cambios aplicados en el Impuesto a las Ganancias

Las últimas modificaciones en Ganancias provocaron cierto enojo en los gobernadores, al tratarse de un tributo coparticipable.

Ahí reside el principal argumento del nuevo Gobierno a la hora de justificar el retroceso. "Fue una medida irresponsable para captar votos", sostienen desde el nuevo oficialismo.

De revertirse el plan Massa, el salario más bajo a partir del cual se pagaría el tributo sería de aproximadamente $974.476 (en lugar de los $2.340.000).

Para tener una certeza real es necesario conocer la letra chica de lo que se está pergeñando. Pero, lógicamente, retroceder implicaría una caída en los ingresos de los trabajadores que se vieron beneficiados por los cambios del Gobierno anterior.

A esto se suma que los decretos del último tramo de 2023 aplicaron modificaciones a la tabla que se usa para realizar los descuentos, pero no se modificó el cálculo del impuesto. Traducido, si ahora se da marcha atrás, habrá gente que se encuentre con una deuda porque le descontaron menos de lo que corresponde.

"Las últimas liquidaciones del impuesto preveían una modificación del tributo para fin de año. Ahora, si todo cambia, ¿cómo harán para aplicar la fórmula? Es probable que tengamos un grupo de gente que, además de volver a pagar, tendrá una deuda por las retenciones de menos", comenta a iProUP el contador Guillermo Ávila.

El tributarista Sebastián Domínguez recuerda a iProUP un antecedente similar: "Si el Congreso no ratifica la reforma aplicada por decreto desde octubre hasta diciembre, vamos a tener gente con deuda. Esto ya pasó en un mandato de Cristina Kirchner y finalmente el Congreso lo ratificó. Yo creo que probablemente ahora también se lo valide para no generar una deuda".

"Resulta que los decretos del anterior gobierno, en un acto de magia fiscal, solo cambiaron los valores de retención y no el cálculo del impuesto. Por lo tanto, si no ajustamos esto, los asalariados podrían terminar pagando casi lo mismo que una gran empresa multinacional. Nada menos que el 35% de sus ingresos imponibles. ¿Quién necesita equidad fiscal cuando puedes tener estas emocionantes sorpresas?", lanza a iProUP su ácido cuestionamiento el contador Marcos Sequeira.

El exministro de Economía, Sergio Massa, subió el piso del Impuesto a las Ganancias. Milei daría marcha atrás con la medida y algunas personas podrían quedar "debiendo" plata

El decreto 415, de agosto pasado, le pidió a la AFIP elevar un 35% los valores de los tramos de la tabla de alícuotas, "a los fines de reducir el monto de las retenciones".

Y dispuso que se recalcularan con ese esquema actualizado los descuentos correspondientes a los meses previos, a partir de enero. En mayor o en menor medida, esa disposición alcanzó a todos los asalariados que pagaron Ganancias en 2023.

Asoma ahora como el gran bache que deberá resolver Milei (que votó a favor de la nueva ley), con el consenso parlamentario.

¿El Congreso avalará un retroceso con el Impuesto a las Ganancias?

Si bien hoy se plantea como un interrogante que no tiene respuesta, para algunos especialistas consultados por iProUP el destino de los votos en el Congreso para dar de baja los cambios de Massa con Ganancias está más cantado que "Despacito".

"Mi bola de cristal dice que se convertirá en ley más rápido que la luz. Y la razón es tan simple como sorprendente: las provincias reciben la mitad de la recaudación del Impuesto a las Ganancias. Por lo tanto, ¿quién podría resistirse a un poco más de efectivo en sus arcas? ¡La política fiscal nunca ha sido tan entretenida!", comenta Sequeira.

"Entiendo la presión de los gobernadores, pero no logro imaginar cómo aplicarán esta reversión. Podrían haber hecho el impuesto País o el impuesto al cheque coparticipable. Hay que ver la letra chica, pero no todo es gasto fiscal", agrega Ávila.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, justificó el cambio de postura presidencial: "Milei en su calidad de diputado votó la baja de Ganancias. Jamás dejó de decir en su momento que tenía que ir acompañada por una reducción del gasto, que tenía que hacerla el Ejecutivo, en linea con su pensamiento. Vuelvo a insistir: este es un paquete de emergencia y cualquier corrección al alza será de cortísimo plazo".

"Lo de Massa fue una reforma claramente electoralista. Alguien que gana más de un millón de pesos debería tener que tributar a escalas más bajas, con deducciones razonables para su nivel de ingreso. Una reforma en la que se pague progresivamente es lo correcto, no que no se tribute nada", opina Domínguez.

El tributarista explica el "viejo nuevo problema" que se abre si volvemos a un escenario previo: "Alguien que cruce la barrera del millón de pesos tributará el 35% de su salario, lo cual era un gran problema del viejo impuesto.

"Lo ideal sería retroceder, pero ajustando esto. Porque no sería razonable y afecta el principio de capacidad contributiva. Y los autónomos siguen estando en una situación de discriminación respecto a los empleados. Hay que esperar, no se conoce el proyecto ni cómo lo quieren cambiar", agrega.

Tras confirmarse oficialmente una suba de impuestos y el regreso de Ganancias, se viralizó un discurso de Milei en televisión. Allí prometía cortarse un brazo antes de convalidar subas impositivas. Fue en 2021 y hoy, en un rol claramente distinto, se repite constantemente que hay una herencia brutal y que se trata de un contexto provisorio.

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