Meta Platforms mencionó que el lunes ofrecerá a los usuarios de Europa un plan de suscripción para utilizar Facebook e Instagram sin anuncios con el fin de cumplir la normativa de la Unión Europea.
Los planes de suscripción mensual costarán u$s10,58 para los usuarios de la web, mientras que los usuarios de iOS y Android tendrán que desembolsar 12,99 euros al mes.
La normativa de la UE amenaza con frenar la capacidad de Meta de personalizar anuncios para los usuarios sin su consentimiento y perjudicar su principal fuente de ingresos.
Ofrecer la posibilidad de elegir entre un plan gratuito con publicidad y una suscripción de pago sin anuncios podría hacer que los usuarios opten por el primero, lo que ayudaría a Meta a cumplir la normativa sin afectar a su negocio publicitario.
A principios de año, el Comisionado de Protección de Datos irlandés impuso a Meta una multa de 390 millones de euros y le prohibió utilizar el denominado "contrato" como base jurídica para enviar a los usuarios anuncios basados en su actividad en línea.
La red social más popular del mundo estuvo bajo presión antimonopolio en la UE.
En julio, perdió su lucha contra una orden alemana de restricción de datos cuando el máximo tribunal europeo respaldó el poder del regulador antimonopolio alemán para investigar también las violaciones de la privacidad.
A principios de año, el Comisionado de Protección de Datos irlandés impuso a Meta una multa de 390 millones de euros.
También, le prohibió utilizar el denominado "contrato" como base jurídica para enviar a los usuarios anuncios basados en su actividad en línea.
Más tarde, la compañía mencionó que tenía la intención de pedir a los usuarios de la UE su consentimiento antes de permitir que las empresas orienten anuncios para abordar los requisitos regulatorios en evolución en la región.
Cuando Mark Zuckerberg y su directorio decidieron cambiar el nombre de su compañía (Facebook) a Meta, lo hizo con el objetivo de "dar vuelta la página".
Así como concentrarse en el desarrollo de las nuevas verticales relacionadas al metaverso y con la idea de dejar atrás las acusaciones sobre la privacidad que asecharon a la compañía durante todo el año pasado.
Una de las controversias que Meta tuvo que enfrentar fue en Inglaterra, en la que se enfrenta a una demanda colectiva por más de u$s3.200 millones en Gran Bretaña.
Las acusaciones versan sobre abusó de su dominio del mercado, al explotar la información personal de 44 millones de usuarios.