Ronaldinho, el emblemático futbolista brasileño que dejó huella en el Barcelona de España y en la selección de su país, ha negado rotundamente su participación en una estafa que ha captado la atención a nivel nacional por engañar a sus víctimas con promesas de inversiones lucrativas en el mundo de las criptomonedas.

Durante una audiencia en el Congreso, Ronaldinho declaró enfáticamente que no tiene ninguna vinculación con la empresa conocida como 18k Ronaldinho Comércio e Participaçäes Ltda.

"Utilizaron indebidamente mi nombre para crear la razón social de esta empresa", manifestó el exfutbolista en declaraciones registradas por el Congreso Nacional.

"No es verdad que sea fundador y socio-propietario de la empresa 18K Ronaldinho", añadió el ganador del Balón de Oro en 2005, ahora de 43 años, al inicio de una sesión que duró poco más de dos horas.

Según Ronaldinho, en 2016 firmó un contrato con la empresa estadounidense 18k Watch Corporation para crear una línea de relojes con su imagen, pero no especificó si estas dos empresas tenían alguna relación.

En el año 2020, Ronaldinho se encontró en medio de una demanda colectiva presentada por el Instituto de Relación con el Consumidor de Brasil, que exigía una indemnización de 300 millones de reales (equivalente a 60,66 millones de dólares) debido a los perjuicios causados a los clientes de 18k.

Ronaldinho señaló que "utilizaron indebidamente mi nombre para crear la razón social de esta empresa"

Este mismo año, Ronaldinho y su hermano fueron detenidos en Paraguay durante 171 días por el uso de un pasaporte falsificado, un episodio que atrajo la atención de los medios de todo el mundo.

Durante la investigación en el Congreso, el ponente Ricardo Silva le preguntó al campeón del mundo en 2002 si había presentado una demanda contra la empresa por el uso indebido de su imagen, pero Ronaldinho indicó que su hermano se encargaba de estos asuntos legales.

El exdeportista se abstuvo de responder buena parte de las preguntas de los parlamentarios, amparado en una decisión judicial que le permitía guardar silencio frente a réplicas que pudieran autoincriminarlo.

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