El 01 de diciembre de 1903, se estrena "El gran robo al tren" película dirigida y fotografiada por Edwin S. Porter, un ex camarógrafo de Thomas A. Edison.

El "Gran robo del tren" es protagonizado Broncho Billy Anderson y es reconocida como la primera película del género del Oeste donde se establece "el patrón de la delincuencia, persecución y castigo".

Era una película primitiva de acción, de unos 10 minutos de duración, con 14 escenas, filmado en Noviembre de 1903.

El "Gran robo del tren" tuvo éxito comercial y estableció la noción de que las películas podían ser un medio comercial viable.

Esta película no fue filmada en las llanuras del oeste de Wyoming sino en la Costa Este en varias locaciones en Nueva Jersey (en el estudio de Thomas Edison en Nueva York, en el Parque del Condado de Essex en Nueva Jersey, y a lo largo de la via del tren de Lackawanna).

La película fue publicitada como "un fiel duplicado de los genuinos 'atracos' que hicieron famosos varios bandidos en el lejano Oeste".

La trama fue inspirada por un evento verdadero que ocurrió el 29 de Agosto de 1900, cuando cuatro miembros de la banda "Hoyo en la Pared" de George Leroy Parker (Butch Cassidy) asaltaron el tren Nº3 en las vías del tren Union Pacific en Table Rock, Wyoming.

Los bandidos forzaron al conductor a desacoplar los vagones de los pasajeros del resto del tren y luego volaron la caja de seguridad en el vagón del correo, escapando con cerca de $5.000 dólares en efectivo.

La película utiliza una serie de técnicas innovadoras como la edición de material compuesto , el movimiento de la cámara y en el rodaje de exteriores.

La película también es el primero en introducir la técnica de corte transversal, en el que dos escenas parecen ocurrir simultáneamente, pero en diferentes lugares.

Algunas impresiones también fueron coloreados a mano en algunas escenas.

También es la primera película en la cual los tiros fuerzan a alguien a bailar (escena once), un cliché de acción repetido en muchos westerns.

En 1990, la pelicula fue seleccionada para su preservación en el Registro Nacional de Cine de Estados Unidos por la Biblioteca del Congreso como "Cultural, histórica y estéticamente significativa".

Además...

El 01 de diciembre de 1789, Joseph Guillotin hizo un comentario durante un discurso de seguimiento a la Asamblea sobre la pena capital: "Ahora, con mi máquina, corto la cabeza en un abrir y cerrar de ojos y nunca lo siento!".

La declaración se convirtió rápidamente en una broma popular y pocos días después del debate surge una canción cómica sobre Guillotin y "su máquina circular" que une su nombre para siempre a la de nueva máquina.

Guillotin en realidad ese día propone a la Asamblea la adopción de una nueva máquina, pero no fue escuchado.

Insiste y solicita al secretario de la Academia de Cirugía, el Doctor Antoine Louis, que diseñara una máquina basada en las ya existentes en otros países europeos. El objetivo de Guillotin era evitar al condenado sufrimientos inútiles.

Para aquel momento, la decapitación en Francia se realiza normalmente utilizando un hacha o una espada, la cual no siempre causa la muerte inmediata.

Además, la decapitación era reservada para la nobleza , mientras que la gente común era ahorcada por lo general.

El Dr. Guillotin, durante su discurso afirma que un sistema justo se establece con un único método de pena de muerte que sería la decapitación mecánica. Así el público se sentiría "mucho más agradecida con sus derechos".

La fabricación fue encargada al fabricante de clavicordios alemán Tobias Schmidt, asesorado por su amigo el verdugo de París Charles-Henri Sanson.

En abril de 1792, fue ensayada primero con ovejas y luego con cadáveres en el hospital de Bicêtre, en París. Antoine Louis modificó la cuchilla horizontal por otra con forma oblicua, de mayor efectividad en el corte.

Ya existían máquinas parecidas durante el siglo XIII, en Alemania (llamada Fallbeil), Escocia (la Maiden de Edimburgo), Inglaterra (el gibbet de Halifax) y los Estados Pontificios desde el siglo XV.

La Asamblea Nacional adoptó el uso de la guillotina a fin de que la pena de muerte fuera igual para todos, sin distinción de rangos ni clase social.

Se estima que unas 1119 personas fueron decapitadas en la Plaza de la Concordia durante la Revolución Francesa.

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