El 15 de junio de 1911 se fundó la Computing Tabulating Recording Corporation (CTR) fue el resultado de la fusión de cuatro empresas: la Tabulating Machine Company, la International Time Recording Company, la Computing Scale Corporation, y la Bundy Manufacturing Company.
El 14 de febrero de 1924, CTR adopta el nombre International Business Machines (IBM) y su CEO es Thomas J. Watson.
En 2011, la revista Fortune clasificó a IBM como la empresa número 18 en los Estados Unidos en términos de tamaño y la número 7 en términos de beneficios.
Por el número de empleados (más de 425.000) es la segunda empresa más grande del mundo solo superada por Walmart.
IBM alberga más patentes que ninguna otra empresa de tecnología y tiene 9 laboratorios de investigación de categoría mundial.
Sus empleados han recibidos 5 Premios Nobel. Entre las invenciones famosas de IBM se encuentran: el cajero automático, el disquete, el disco duro y la banda magnética entre otras.
El 15 de junio de 2002, el Congreso de los Estados Unidos aprobó la resolución 269 por la que reconoce como el inventor del teléfono a Antonio Meucci y no Alexander Graham Bell.
Alrededor del año 1854 Meucci construyó un teléfono para conectar su oficina con su dormitorio ubicado en el segundo piso debido al reumatismo de su esposa.
Sin embargo carecía del dinero suficiente para patentar su invento, por lo que lo presentó a una empresa que no solo no le prestó atención, sino que tampoco le devolvió los materiales.
Al parecer, y esto no está probado, dichos materiales cayeron en manos de Alexander Graham Bell quien se sirvió de ellos para desarrollar su teléfono, que presentó como propio.
En 1860, Meucci saca a la luz su invento. En una demostración pública, la voz de un cantante es reproducida a una considerable distancia.
En 1876, es cuando Alexander Graham Bell registra una patente que realmente no describe el teléfono pero se refiere como tal.
Bell cuenta con otros inventos como la balanza de inducción, un prototipo de pulmón de acero para la respiración artificial, el fotófono, el radiófono y el grafófono, pero no el teléfono, del que, sin embargo, fue el mayor beneficiario.