Vivir o trabajar en un ambiente fresco por largo tiempo puede reducir la temperatura corporal central, así como disminuir la tasa metabólica y causar aumento de peso. Así lo descubrió un grupo de científicos de la Universidad de Binghamton y la Universidad Estatal de Nueva York (EEUU).Los seres humanos son homeotermos, ya que sostienen una temperatura corporal central relativamente constante, en el rango de 36° a 38°C incluso en ambientes fríos, explica el autor principal del estudio y profesor de Ciencias de Sistemas, Kenneth McLeod. Tres diferentes tipos de actividad metabólica mantienen nuestro cuerpo caliente, añade.

El primero de ellos es el metabolismo basal. Aproximadamente dos tercios de las calorías que quemamos diariamente fortalecen las funciones corporales básicas y todas ellas generan calor. Se trata de la respiración, la circulación sanguínea, el crecimiento celular, la función cerebral y la digestión. Cualquier movimiento físico también genera calor a través de reacciones químicas que hacen que los músculos se contraigan.

Las temperaturas dentro de una oficina podría afectar tu peso

El tercer proceso de generación de calor ocurre dentro de un tejido especial llamado grasa parda. Es una adaptación evolutiva que permitió que no nos congeláramos durante las edades de hielo. Se activa cuando nuestra temperatura central desciende a niveles muy bajos, pero la mayoría de las personas pierde esta grasa a medida que envejece. 

Con el aumento de la temperatura corporal, sube también nuestra tasa metabólica y quemamos más calorías, explica el profesor. Eso genera más calor y aumenta aún más nuestra temperatura corporal, manteniéndola en un rango saludable, indicó Sputnik News.

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