En plena pandemia global de coronavirus COVID-19, la cadena de productos de moda Zara tomó la decisión de sumarse a la tendencia de autocobro en sus puntos de venta, y eliminar el puesto de "cobrador" humano.
La compañía decidió reducir a la mínima expresión la presencia de recursos humanos para la gestión de su negocio y, a partir del contexto, generó una polémica de forma instantánea.
En plena pandemia, el mercado de moda decidió establecer nuevas prácticas comerciales. Mientras algunos fabricantes de indumentaria implementaron aplicaciones para que los usuarios puedan probarse los productos desde sus casas, en este caso Zara decidió eliminar la presencia humana en sus "cajas" a la hora de vender sus productos en diferentes tiendas.
La cadena se sumó a la tendencia de tiendas que permiten a sus clientes el autocobro a través de cajas automáticas, en las que ellos mismos pueden registrar sus compras.
En un video de TikTok apareció cómo es la experiencia y rápidamente se hizo viral.
@giovanniperezgtz#zara ¿se quedará sin empleados Zara? ♬ sonido original - Adriana Arellano433
Si bien el video muestra lo importante que se vuelve para las marcas contar con productos que faciliten este acercamiento, también pone a pensar en que al no haber un "cajero", se perdió un puesto de trabajo en un contexto delicado como el actual.
Esta peligrosa tendencia fue posible a partir de la necesidad de innovar en la comercialización de algunos productos, que indudablemente establecieron referentes cada vez más importantes en el mercado.
Esos referentes, en principio, tienen que ver con la experiencia que actualmente las marcas adoptaron para diversificar su opción de venta.
Especialistas remarcan que la idea es que los "canales físicos" y en los "digitales" el consumidor encuentre un mismo producto y cuente con la oportunidad de poder comprarlo, sin importar de qué canal se trate.
La decisión de Zara demuestra el potencial que aún tiene el punto de venta al replantear sus operaciones, al igual que lo hizo H&M, al instalar una enorme máquina en una de sus tiendas, con la capacidad de convertir prendas usadas en ropa nueva.
Además de Zara otras firmas dentro del retail también se suman a esta nueva práctica de ejecutar acciones mediante las cuales se permite a los consumidores cobrar sus compras.
Bodega Aurrera, por ejemplo, también comenzó a implementar cajas automáticas que permite a los consumidores el poder pagar por sus compras.
Si bien este tipo de "apuestas" aparentan incrementar la funcionalidad de un punto de venta, lo cierto es que justifican el despido de un recurso humano en un contexto tan delicado como el actual.