Un Juzgado de Madrid estableció que 532 repartidores de la capital española son asalariados y no trabajadores autónomos, como sostenía la firma británica.
26.07.2019 • 16:36hs • Nuevo empleo
Nuevo empleo
Victoria para los "riders": Deliveroo pierde un gigantesco juicio y pone en riesgo su futuro
Un Juzgado de Madrid puso esta semana en jaque a Deliveroo, una de las dos principales empresas de reparto de comida a domicilio que operan en España.
En rigor, dio la razón a la Seguridad Social en la mayor demanda del país contra una compañía de este tipo. Así, la Justicia determina que 532 'riders' de la capital española son asalariados y no trabajadores autónomos, como sostenía la firma británica.
La empresa debe contratar a esos trabajadores y pagar a la Seguridad Social sus cotizaciones atrasadas: en total más de un millón de euros. De momento, Deliveroo seguirá operando igual que hasta ahora porque el fallo no es firme y la compañía ha recurrido esta sentencia.
El expediente se inició por parte de la Inspección de Trabajo, que investigó a la firma entre 2015 y 2017 y concluyó que estaba utilizando falsos autónomos. La Tesorería General de la Seguridad Social dio de alta a los trabajadores y reclamó las cotizaciones de ese periodo, mientras que la empresa recurrió y el caso finalmente llegó a los tribunales.
Precisamente el haber partido de una actuación de oficio de las Administraciones Públicas hace que esta sentencia tenga un alcance mayor que las que la preceden, además del hecho de afectar a más de medio millar de 'riders'.
Antes, España había asistido a un juicio en Valencia en el que se reconoció como trabajadores a 97 repartidores de Deliveroo, y se está pendiente de otro en Barcelona que implicará a 750 'riders'.
Además, justo este jueves, los 'riders' de Glovo, la principal empresa de la competencia, se han manifestado simultáneamente en Madrid, Barcelona y Zaragoza para protestar por el algoritmo que dirige sus ritmos de trabajo y por la relación laboral de "falsos autónomos" que, según ellos, mantienen con la empresa.
Debate sobre la relación laboral y la precariedad
La empresa que acaba de perder el macrojuicio dice que "tiene la misión de transformar la forma de pedir comida a domicilio".
Glovo, por su parte define a sus repartidores como: "mensajeros independientes conectados a nuestra plataforma", y los llama 'glovers'. Son las dos principales empresas del sector y están expandidas por la mayoría del territorio español.
Glovo es una empresa que está presente en más de 20 países y opera en 140 ciudades. Se define a sí misma como una app "que te permite pedir los mejores productos de tu ciudad en minutos". Deliveroo dice trabajar en más de 100 ciudades tan solo en el Reino Unido, que trabaja con más de 8.000 restaurantes y que cuenta con más de 15.000 mensajeros.
La principal queja de los trabajadores de estas firmas consiste en el tipo de relación laboral que ofrecen. A pesar de que ya acumulan varias sentencias en contra, hasta ahora sus trabajadores tienen que darse de alta como trabajadores autónomos.
Eso significa que la empresa no paga por ellos sus cotizaciones sociales, no tienen derecho a prestación por desempleo o tienen peores condiciones cuando caen enfermos, entre otras cuestiones.
Las empresas alegan que los trabajadores no tienen contrato de exclusividad, que utilizan sus propios medios (tienen que aportar tanto la bicicleta como el teléfono móvil) y tienen flexibilidad, mientras que los empleados, respaldados por los juzgados en ocasiones como ésta, sostienen que la compañía planifica y organiza el trabajo, horarios, rutas y sueldo, además de facilitar la tecnología sin la que es imposible llevar a cabo el trabajo.
Pero las quejas laborales son más amplias. Los riders se quejan del algoritmo que les proporciona el trabajo y que les penaliza si rechazan pedidos o no están disponibles suficiente tiempo, lo que en muchas ocasiones se traduce en periodos de entre 8 y 12 horas en la calle para conseguir un salario al que luego tendrán que descontar la cuota de la Seguridad Social y los impuestos.