El sueño de Javier Milei de convertir a Argentina en uno de los cuatro polos más importantes en inteligencia artificial –junto a Estados Unidos, Europa y China– está cada vez más cerca. El viernes, mientras el país se preparaba para un fin de semana, un anuncio sacudió el ecosistema tecnológico y empresarial local.

OpenAI, la compañía detrás de ChatGPT, confirmó una inversión de hasta u$s25.000 millones para el desarrollo de Stargate Argentina, un megaproyecto de infraestructura de inteligencia artificial que se implementará en alianza con Sur Energy. Lo que se sabe hasta ahora:

Las razones detrás de una apuesta histórica

El anuncio llega casi un año después de que Milei expresara su ambición de convertir a Argentina en un hub de inteligencia Artificial. Pero más allá del deseo político, Argentina responde a una combinación de factores que difícilmente se replican en otro país de la región:

Luis Galeazzi, director Ejecutivo Institucional de Argencon, califica el anuncio como "la inversión tecnológica más grande de la historia argentina", cuyo impacto va mucho más allá del monto. Para el ejecutivo, Stargate Argentina no solo posiciona al país como uno de los hubs globales de OpenAI, sino que también reconoce el valor del ecosistema local

"Una de las razones por las cuales Argentina es elegible para este proyecto es el ecosistema existente: la cantidad de ingenieros físicos, empresarios y talento en todos los rubros de la informática necesarios para este desarrollo. Es un reconocimiento a todo el ecosistema de la economía del conocimiento", añade.

Rosso Siverino, presidenta de TITICOM y vice presidenta del Depto. técnico Centro Argentino de Ingenieros, agrega: "Se necesitarán perfiles técnicos en todas las disciplinas, como ingenieros eléctricos, electrónicos, civiles, hidráulicos y ambientales, fundamentales para construir y mantener centros de datos de gran escala, con foco en la eficiencia, la seguridad y el cuidado del entorno".

Las claves del proyecto Stargate Argentina

Galeazzi destaca también la trayectoria del país en tecnologías avanzadas como la energía nuclear con empresas como INVAP que exportan tecnología a destinos tan diversos como India, Australia, Países Bajos, Argelia y Egipto, lo que demuestra la capacidad instalada en áreas estratégicas

En la misma línea, Rosso Siverino asegura que esta es una oportunidad para que Argentina recupere protagonismo en el escenario global en instalación de centros de datos de alta capacidad. "Chile viene liderando el Cono Sur en este aspecto, con la instalación de datacenters de las principales compañías del mundo, con AWS a la cabeza, y el respaldo de organismos multilaterales como la CAF", señala.

Stargate, el anuncio que pone a Argentina en el mapa tecnológico global

Para Belén Ortega, especialista en IA y vicepresidenta y directora de Tecnología de Corelyn Group, este anuncio representa un cambio de paradigma que ubica a la Argentina en una posición protagónica dentro del mapa latinoamericano de la IA.

"Esto implica una transformación simbólica y práctica, en la que el país deja de mirar desde afuera la revolución tecnológica para convertirse en uno de sus centros neurálgicos. En términos de soberanía tecnológica, significa que parte del poder de cómputo, la base sobre la que se entrena, ejecuta y almacena inteligencia artificial, estará en suelo argentino".

Asegurar terrenos extensos, conectividad de fibra óptica, seguridad física y digital, acuerdos regulatorios a largo plazo, pero, sobre todo, energía estable y limpia, son algunas de las demandas que exigirá este megaproyecto.

"Los centros de datos consumen muchísima energía y agua. La sustentabilidad no es un detalle: es una condición", advierte Ortega.

En ese sentido, Rosso Siverino destaca algunas ventajas naturales que ofrece la Patagonia, como el frío, clave para la refrigeración de sistemas de gran consumo energético, y la disponibilidad de energía eólica, "lo que representa un plus técnico, económico y de sustentabilidad", pero al estar ubicado en una de las regiones menos pobladas del país será necesario ampliar la capacidad de ancho de banda.

Pero más allá de la infraestructura, Ortega pone el foco en la oportunidad estratégica. "Si Argentina logra articular ciencia, industria y educación bajo una estrategia país, este proyecto puede marcar el inicio de una nueva era industrial impulsada por inteligencia artificial".

Hasta ahora, países como Brasil, México o Chile venían liderando la conversación regional. Con Stargate, Argentina deja de ser espectadora para convertirse en protagonista. "Pasamos de consumir tecnología a alojar parte del poder de cómputo global. Eso cambia el juego", enfatiza.

Empleo, inversión y posicionamiento: lo que está en juego

La iniciativa Stargate promete generar miles de empleos directos e indirectos, tanto en su fase de construcción como en su operación futura.

Según Ortega, se necesitarán perfiles técnicos en áreas clave como ingeniería civil, energía, cableado, mantenimiento, seguridad y logística, además de especialistas en sistemas, refrigeración industrial, redes, ciencia de datos y ciberseguridad. 

Aunque Argentina cuenta con un ecosistema tecnológico competitivo, advierte que todavía existen brechas en infraestructura de alto rendimiento, por lo que será clave "articular entre empresas, universidades y Estado para no depender exclusivamente de especialistas extranjeros".

Rosso Siverino agrega que muchas provincias están consolidando un ecosistema de capacitación y generación de empleo TIC, en articulación con el sector privado, sumando nuevas iniciativas en distintos puntos del país, un entramado que seguirá creciendo para acompañar la demanda del sector. 

Por su parte, Galeazzi subraya que la inteligencia artificial impacta transversalmente en todas las cadenas productivas y su adopción no solo beneficia al ecosistema tecnológico, sino a toda la economía. "El impacto que tiene es en cientos de miles de empleos proyectados", afirma.

Para Sergio Candelo, economista y cofundador de Snoop Consulting, el anuncio es positivo, pero el desarrollo del proyecto requerirá una inversión directa significativa en la zona patagónica: "Para construir todo eso van a tener que ingresar un montón de dólares", anticipa.

Y añade que se trata de una idea inicial que todavía depende de la aprobación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) para avanzar. "Es fabuloso tener un centro de cómputo en Argentina, muchísimo mejor que no tenerlo, pero va a pasar una gran cantidad de tiempo hasta que lo podamos ver", matiza.

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