Apple y Samsung deberán enfrentar millonarias multas en Italia por limitar intencionalmente la vida útil de sus productos. El organismo regulador de la competencia anunció hoy esta resolución.
Apple deberá pagar diez millones de euros, mientras que Samsung deberá desembolsar cinco millones. Esta decisión es ejemplificadora y la primera en el mundo basada en el concepto de “obsolescencia programada”.
"Las compañías del grupo Apple y del grupo Samsung aplicaron prácticas comerciales deshonestas", indicó en un comunicado la autoridad italiana tras su investigación.
Según indicó el ente investigador, las actualizaciones de software de los equipos “provocaron graves disfunciones y redujeron de manera significativa sus prestaciones, acelerando así su sustitución.
El modelo afectado por parte de la surcorena fue el Note 4, mientras que la empresa de la manzana ralentizó de forma voluntaria el iPhone 6.