Un posteo en X del economista Emilio Ocampo, quien había sido considerado para un cargo en el Banco Central por parte de Javier Milei, causó un revuelo en redes debido a que habló de la dolarización.
Ocampo reveló que decidió no asumir en noviembre de 2023 al constatar que el gobierno de Milei no impulsaría una dolarización oficial, y señaló que esa postura no cambió, aunque sugirió que el Ejecutivo se inclinaría por otro esquema monetario cambiario que, por ahora, sigue sin definirse.
¿Es viable la dolarización?
Además, el especialista advirtió que el régimen alternativo que evalúa el Gobierno exigirá una "alta dosis de sintonía fina" de los tecnócratas del Banco Central, algo que considera insuficiente para estabilizar una economía "altamente dolarizada" y "corporatista-proteccionista".
"Cambiar el régimen de política económica sin cambiar el sistema económico es como cambiar el aceite de un motor fundido. Solo permite acelerar la transición de la ilusión al desencanto", manifestó Ocampo en su posteo.
A su juicio, la dolarización todavía sigue siendo "a mejor opción" para completar la transición hacia una economía abierta y competitiva, al tiempo que alertó sobre los riesgos de mantener un sistema bimonetario con flotación cambiaria, como el de Perú.
En paralelo, el economista recordó que ese país tardó siete años en controlar la inflación y que, en Argentina, la cotización del dólar está condicionada además por la "probabilidad de que el peronismo vuelva al poder".
"El pasado es irrelevante, puede ser. En 20 o 30 años lo sabremos", concluyó Ocampo, tras remarcar que, pese a sus diferencias técnicas, su apoyo hacia el gobierno de Mieli sigue intacto.
¿Se viene una dolarización?
Para entender el análisis de Ocampo y dilucidar qué rumbo debería tomar el Gobierno, Sebastián Cao, analista del Research & Forecast Econométrica, afirmó a iProUP que no considera viable la dolarización en las condiciones actuales, dado que el Banco Central carece de reservas internacionales suficientes para respaldar una conversión plena a valores de mercado.
"Dolarizar sin ese respaldo implicaría hacerlo a un tipo de cambio extremadamente alto, con consecuencias recesivas difíciles de sostener", hace hincapié el especialista.
En lo que respecta al sistema de bandas, no hablaría de un fracaso del esquema, Cao subraya que en rigor, fue un sistema que funcionó razonablemente bien bajo condiciones normales, pero que no puede resistir un escenario de estrés extremo como el reciente.
"Cuando los argentinos se dolarizaron por más de u$s23.000 millones ante la incertidumbre electoral, y el BCRA disponía de reservas limitadas para defender el techo. Superada la tensión, la tasa de interés debería volver a operar como el principal mecanismo de contención antes de alcanzar ese límite superior", manifiesta.
Sin embargo, Cao no descartaría la dolarización en el futuro si el país logra acumular reservas suficientes, y una oposición irracional tiene chances elevadas de alcanzar el poder, aunque hay que recordar que es un régimen monetario subóptimo.
"En el corto plazo, la prioridad debería ser consolidar un esquema de flotación administrada, ganar credibilidad y permitir que la economía aprenda a convivir con mayor flexibilidad cambiaria durante al menos un año antes de volver al ciclo electoral", concluye Cao.