El auge de fondos cotizados (ETF) de Bitcoin en EE.UU fue percibido como la señal definitiva de que el dinero institucional había llegado para quedarse al mercado cripto.

Sin embargo, detrás del brillo del rally y los nuevos máximos históricos vino la corrección atípica de octubre, y ahora los flujos netos muestran una verdad más incómoda: sin BlackRock, los ETF de Bitcoin estarían en terreno negativo.

El rol de Blackrock en el precio de Bitcoin

En 2025, los ETF acumulan ingresos por unos u$s26.900 millones, de los cuales u$s28.000 millones corresponden al iShares Bitcoin Trust (IBIT) de BlackRock. Parecen contradictorias esas cifras, pero significa que otros fondos, como los de Fidelity, Ark o Grayscale, registraron salidas simultáneas que restan del total consolidado.

En términos simples: BlackRock inyectó más dinero del que el resto del mercado perdió, por eso el saldo agregado se mantiene positivo. Esa dependencia extrema deja al descubierto que la narrativa de adopción institucional parecería sostenerse sobre una sola pata: BlackRock.

El IBIT no solo se convirtió en el vehículo dominante del mercado; también en el principal sostén del precio. A su escala actual, más de u$s90.000 millones en activos y el 60% del Bitcoin en manos de ETF, incluso una leve desaceleración de sus compras puede afectar la liquidez y estabilidad de precios. El bid del ETF se volvió, de hecho, el piso del mercado.

Esa dinámica explica por qué el reciente rally de Bitcoin, impulsado por los flujos hacia IBIT, puede mostrar signos de fatiga. Las últimas semanas registraron desaceleración en los ingresos netos y un aumento en la volatilidad intradía, síntomas de que parte del dinero institucional decidió tomar ganancias o reposicionarse.

Carolina Gama, Country Manager de Bitget en Argentina, señala a iProUP que "esto muestra que su liderazgo ha sido clave para sostener la confianza institucional y mantener la categoría en terreno positivo, aunque no significa que el mercado dependa exclusivamente de ellos".

Gama sostiene que es importante recordar que "la volatilidad es parte natural del mercado cripto". Y aunque a corto plazo algunos ETF puedan mostrar flujos negativos, al observar un horizonte más amplio, los de "BTC experimentaron un crecimiento sostenido en flujos netos durante los últimos meses, superando incluso los niveles de 2024", asevera.

Para la experta, esto refleja un interés institucional sólido y creciente. "Parte de la rotación de capital responde a la toma de ganancias o ajustes de portafolio, un comportamiento normal y saludable en mercados dinámicos como el de las criptomonedas", sentencia.

¿Toma de ganancias o rotación estratégica?

El fenómeno no necesariamente implica una salida definitiva del riesgo. Más bien, parece marcar una rotación táctica. Algunos inversores institucionales, satisfechos con las ganancias tras duplicar precios desde comienzos de año, están diversificando hacia productos vinculados a Ethereum o nuevos ETF de altcoins.

Esta estrategia refleja un cambio en el apetito de riesgo más que una pérdida de confianza en Bitcoin. El capital no abandona el ecosistema cripto, sino que busca nuevas oportunidades dentro de él. Sin embargo, queda una pregunta abierta: ¿puede el mercado sostener su narrativa de adopción si un solo jugador modera su ritmo?

Desde el equipo de Research de Buenbit señalan a iProUP que los flujos recientes de los ETF spot de Bitcoin en EE.UU. reflejan una fase de rotación institucional, "más que una salida definitiva del mercado".

Resaltan que en los últimos días se registraron flujos netos negativos en varios fondos, lo que puede interpretarse como tomas de ganancias tras el fuerte rally. Sin embargo, el ETF de BlackRock muestra entradas positivas, lo que demuestra que el interés institucional continúa, "aunque de forma más concentrada".

Y advierten sobre un contexto de mayor cautela: "La relación entre EE.UU. y China parece encaminarse a una distensión, lo que impulsa cierta reconfiguración de portafolios. Muchos inversores buscan diversificar o cubrirse ante un eventual cambio en el escenario político y monetario, reduciendo exposición a cripto y rotando a activos considerados refugio".

En paralelo, destacan que el oro volvió a destacarse como resguardo, tras alcanzar nuevos máximos. Advierten que la demanda, especialmente a través de vehículos como el ETF GLD, aumentó en las últimas semanas, al mismo tiempo que parte del capital redujo posiciones en activos más volátiles.

"En este contexto, los flujos negativos en Bitcoin no implican una pérdida de interés, sino una rotación táctica: los inversores están ajustando carteras, buscando equilibrio entre riesgo y resguardo, mientras esperan mayor claridad geopolítica y monetaria", concluye Buenbit.

El triángulo institucional

El rally del último año demostró que Bitcoin ya no depende solo del apetito minorista; también de los flujos institucionales. Dejó claro que esa demanda puede concentrarse peligrosamente. Si los flujos hacia IBIT se enfrían, el efecto dominó alcanzará al resto de ETF, reducirá liquidez y erosionaría parte del premium de confianza que hoy sostiene al precio.

Por ahora, el dinero institucional no se está retirando del juego, está ajustando su estrategia. En un mercado que alcanzó madurez, los flujos ya no reflejan euforia: reflejan cálculo. Ese cálculo, más que el hype, será el que determine si el próximo movimiento de Bitcoin es una consolidación o el comienzo de una nueva toma de ganancias global.

Sobre este punto, Adrián Castro, analista y operador financiero, señala a iProUP medio que el actual impulso del mercado se apoya en un "triángulo institucional" formado por:

1. La Reserva Federal dispuesta a reinyectar liquidez

Según Castro, la Fed anunció que el quantitative tightening finalizará en diciembre mediante reinversiones mensuales de u$s25.000 millones en T-bills. Desde septiembre, cada recorte de 25 puntos básicos se correlacionó con ingresos semanales promedio de u$s1.800 millones en ETF de Bitcoin".

"Con reservas bancarias en u$s 3,1 billones, rendimientos reales en -0,8% y dólar debilitado 3% tras los recortes, el entorno macro muestra un potencial combustible para los activos duros", analiza.

2. Empresas que incorporan Bitcoin en sus balances 

Con respecto a las empresas que suman cripto en su tesorería, Castro remarca que "Strategy lidera con 499.096 BTC, pero el contagio se expande: Metaplanet sumó 1.000 BTC esta semana, Semler Scientific añadió 200, y 47 compañías del S&P 500 ya reportan u$s 12.400 millones en colocaciones directas".

"En promedio, el 70% de esas compras se financió con deuda al 4,2%, arbitrando el costo de capital frente a una apreciación anual esperada del 60%", sostiene.

3. BlackRock, que actúa como catalizador de la entrada masiva de capital al ecosistema

Por último, BlackRock como catalizador estructural. "IBIT acumula u$s28.100 millones en ingresos, más que todos los demás ETF de Bitcoin combinados. Controla alrededor de 1,3 millones de BTC –el 6,5% del suministro total– y elevó los activos bajo gestión del segmento spot a u$s150.000 millones. El 6 de octubre registró un récord de u$s970 millones en un solo día. Sin ese flujo, el mercado respiraría con déficit", ratifica Castro.

Este triángulo institucional –Fed, corporaciones y BlackRock– es el pilar del mercado alcista, confirma el estratega que concluye: "Mientras el IBIT sostenga flujos diarios por encima de u$s250 millones, el camino hacia u$s140.000 por Bitcoin a fin de año sigue abierto. Si esa dinámica se debilita, la reversión podría ser rápida y profunda".

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