En una época en donde a nadie 'le sobra el mango' y muchos ven en las redes sociales "vidas de éxito y lujos" a raíz del algoritmo, las promesas de "ganancias fáciles y rápidas" pueden ser tentadoras.

Sin embargo, detrás de retornos muchas veces 'irreales' se esconde uno de los fraudes financieros más extendidos del mundo: el esquema Ponzi.

Aunque cambie de forma con el tiempo (desde cartas postales, en inicios del siglo pasado, hasta criptomonedas, en la actualidad), su mecanismo es siempre el mismo: usar el dinero de nuevos inversores para pagar a los anteriores, hasta que 'la rueda' se rompe y las pérdidas son inevitables.

Qué es un esquema Ponzi

Se trata de una estafa financiera que ofrece rendimientos garantizados, altos y constantes, superiores a cualquier inversión legítima.

El sistema atrae nuevos participantes con la ilusión de que el dinero "trabaja" en un negocio rentable, cuando en realidad no existe una actividad económica detrás.

El nombre proviene de Charles Ponzi, un inmigrante italiano que en 1919 ideó un supuesto negocio con cupones postales internacionales.

Prometía hasta un 100% de ganancia en 90 días, pero en realidad solo utilizaba el dinero de los nuevos inversores para pagar a los anteriores. Su apellido quedó para siempre asociado a este tipo de fraude.

Cómo funciona un Ponzi

El esquema sigue una lógica simple:

  • Promesa atractiva: se garantiza una rentabilidad muy superior al mercado, sin riesgos.
  • Primeros pagos reales: los primeros inversores cobran sus intereses, lo que genera confianza y boca a boca.
  • Expansión: al ver que el sistema "funciona", los participantes reinvierten y suman conocidos.
  • Opacidad total: nunca se explica con claridad cómo se generan las supuestas ganancias.
  • Colapso inevitable: cuando dejan de ingresar nuevos fondos, no hay dinero para pagar y la estafa se derrumba.
  • Cómo detectar un Ponzi

    Aunque suelen presentarse de manera sofisticada, existen señales claras que permiten sospechar:

    Cómo evitar caer en un esquema Ponzi

    El mejor antídoto contra los esquemas Ponzi es la educación financiera y algunos hábitos básicos de prevención, tales como:

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