Son cada vez más los argentinos que terminan el mes sin pagar el resumen de la tarjeta de crédito. Según los últimos datos del Banco Central (BCRA), la mora crece y el historial crediticio de muchas personas queda castigado por esta situación.
De acuerdo con el reporte mensual de bancos de la entidad monetaria, la frecuencia de atrasos en el segmento tarjetas aumentó en julio y llegó al 4,8%.
Este incremento, que podría continuar e incluso profundizarse hacia fin de año, refleja la creciente dificultad de miles de familias en un contexto económico complejo, con tasas de interés altas, inflación persistente y salarios rezagados.
La consecuencia es que muchos, al no poder afrontar las deudas, terminan en el Veraz. Para gran parte de los usuarios, figurar en esa 'lista negra' significa una 'mancha' en su historial crediticio y los deja fuera del sistema financiero.
Tarjeta de crédito: opciones para refinanciar deudas y salir de la mora
Por eso, resulta clave conocer qué estrategias y opciones existen para refinanciar saldos impagos de una tarjeta de crédito.
La alternativa más utilizada por los bancos es el plan de cuotas automáticas o financiación de saldo impago.
En este caso, la entidad refinancia de forma automática en cuotas el monto pendiente, lo que permite postergar el pago total.
Es fundamental tener en cuenta que se aplican intereses, lo que eleva el costo. Además, el límite de compra disponible se reduce mientras se abonan las cuotas.
La precancelación total o parcial está permitida en cualquier momento, sin costo adicional, pagando únicamente los intereses generados hasta la fecha de cancelación.
Otra opción es solicitar un préstamo personal o de consolidación de deudas.
Así, el cliente obtiene un crédito bancario para cancelar la deuda de la tarjeta y luego paga una única cuota mensual.
Si el banco ofrece tasas convenientes, puede ser una alternativa atractiva. También permite unificar varias deudas —no solo de tarjetas, vale aclarar— en un solo préstamo, lo que simplifica los pagos.
Por último, existe la posibilidad de negociar directamente con la entidad emisora. Esta vía suele ser útil en casos de extrema dificultad para abonar el saldo pendiente.
Para hacerlo, basta con acercarse al banco o a la emisora de la tarjeta y plantear un plan de pagos especial o una reestructuración de la deuda.
Sin embargo, es clave iniciar esta gestión antes de caer en mora, ya que negociar como deudor moroso resulta mucho más difícil y puede implicar costos muy elevados.