En las últimas semanas, dos términos se abrieron paso y ganaron protagonismo en la agenda económica, aunque cada uno por sus motivos particulares. Se trata de Open Finance e Ingresos Brutos.
Mientras que el primero lo hizo por el paso clave que dio el Banco Central (BCRA) al presentar el Sistema de Finanzas Abiertas (SFA) a bancos y fintech del ecosistema argentino, el otro fue noticia por los cambios que 'golpean' a usuarios de billeteras virtuales en Provincia de Buenos Aires, a raíz de las recientes disposiciones de ARBA.
Aunque son muchos los que conocen bien qué significa cada uno, es clave repasar sus definiciones, sobre todo en este marco en el que ambos conceptos están 'en boca de todos', y que no necesariamente eso simboliza un entendimiento total de los mismos.
Qué es Ingresos Brutos
El Impuesto sobre los Ingresos Brutos (IIBB) es uno de los tributos más relevantes del país, ya que constituye la principal fuente de recaudación de las provincias y de la Ciudad de Buenos Aires.
A diferencia del Impuesto a las Ganancias, no se calcula sobre la utilidad neta, sino sobre el total de la facturación de una actividad económica.
Esto significa que tanto una empresa como un profesional independiente deben pagar una alícuota sobre sus ingresos brutos, incluso aunque no hayan obtenido beneficios.
Se trata de un impuesto provincial, por lo que cada jurisdicción fija sus reglas, define qué actividades están alcanzadas y determina las alícuotas; que, en la práctica, suelen ubicarse entre el 1,5% y el 5%, dependiendo del rubro.
El impuesto se paga de manera periódica mediante anticipos, con un ajuste anual, y suele estar acompañado de sistemas de retención y percepción: al cobrar un cliente o al pagar a un proveedor, se descuentan porcentajes a cuenta de este tributo.
Quienes operan en una sola provincia se inscriben como contribuyentes locales, mientras que aquellos que facturan en varias deben adherirse al Convenio Multilateral, un acuerdo entre distritos que evita la doble tributación y distribuye los ingresos entre las distintas jurisdicciones.
Existen también regímenes simplificados como el Monotributo Unificado, que permite a pequeños contribuyentes pagar en una sola cuota el Monotributo nacional e Ingresos Brutos provincial.
Aunque el impuesto es clave para las arcas provinciales, recibe críticas del sector privado por su carácter "distorsivo". Como se aplica en cada etapa de la cadena de producción, termina encareciendo los precios finales en un fenómeno conocido como "efecto cascada".
Además, impacta en la competitividad, ya que empresas y emprendedores deben afrontar la carga aun cuando sus márgenes sean muy bajos.
Qué es Open Finance
Open Finance (o finanzas abiertas) es un modelo que busca que los usuarios puedan compartir su información financiera de manera segura con distintas instituciones, siempre bajo su autorización.
A diferencia del esquema tradicional, donde cada banco, aseguradora o billetera maneja datos de manera aislada, este sistema plantea que la información pueda circular entre diferentes actores mediante canales digitales estandarizados.
En la práctica, Open Finance amplía el concepto de Open Banking, que se limita a cuentas bancarias y medios de pago. Aquí también entran productos como seguros, créditos, inversiones, fondos de pensión o billeteras virtuales.
Así, una persona o empresa tendría la posibilidad de centralizar en una sola plataforma la información de todos sus servicios financieros.
El cambio principal radica en que los datos dejan de estar "cautivos" en cada institución y pasan a ser un recurso que el propio cliente puede mover y autorizar.
Con esto, se habilita que un usuario consulte sus cuentas en diferentes bancos en una sola app, traslade su historial crediticio a otra entidad o compare ofertas de manera más directa.
Este modelo también modifica la relación entre las instituciones. Los bancos y compañías de seguros deben abrir canales de acceso (llamados APIs) para que otros jugadores autorizados –como fintechs– puedan usar los datos.
De esta manera, se crea un entorno de mayor interoperabilidad y competencia, en el que los productos financieros se pueden ofrecer con base en información más completa y actualizada.