El Gobierno Nacional oficializó el nuevo salario mínimo, cuyo monto ya rige desde septiembre. De esta forma, se definió el nuevo piso salarial de los trabajadores, que además sirve de referencia para subsidios y programas que reciben millones de argentinos. ¿De cuánto es y qué implicancias tiene el cambio?
Cabe remarcar que el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) es la remuneración básica obligatoria que deben percibir los trabajadores registrados.
En la actualidad, impacta en más de seis millones de personas y su objetivo es garantizar un ingreso que permita cubrir las necesidades esenciales de los hogares: comida, vivienda, salud, transporte, educación y vestimenta.
Además, funciona como variable de referencia para programas sociales y subsidios, interviene en el cálculo de la Prestación por Desempleo de ANSES y hasta establece parámetros para el pago del Impuesto a las Ganancias. Por eso, cada actualización repercute mucho más allá de los salarios formales.
Salario mínimo en septiembre: el monto vigente y cómo evolucionó en 2025
En septiembre, el monto quedó fijado en $322.200 mensuales para una jornada de 48 horas semanales, con un valor de $1.610 por hora. Quienes trabajan menos horas perciben un proporcional.
El último incremento se había dado en agosto y ahora resta definir qué ocurrirá a partir de octubre, cuando el Consejo del Salario vuelva a reunirse.
Así evolucionó el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) a lo largo de este año:
- Enero: $286.711
- Febrero: $292.446
- Marzo: $296.832
- Abril: $302.600
- Mayo: $308.200
- Junio: $313.400
- Julio: $317.800
- Agosto: $322.200
- Septiembre: $322.200
SMVM: qué viene hasta fin de año
De acá a diciembre, el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo deberá definir nuevas actualizaciones del SMVM.
Si no hay acuerdo entre sindicatos y empresarios, el Gobierno Nacional podrá establecer los aumentos por decreto, como ya ocurrió en otras oportunidades.
Las próximas decisiones serán determinantes para trabajadores formales, beneficiarios de planes sociales y quienes perciben la prestación por desempleo.
De esta forma, el cierre del 2025 estará marcado por el desafío de recomponer ingresos en un contexto de inflación persistente y con la expectativa de que los ajustes del salario mínimo logren sostener el poder de compra de millones de argentinos.