La suba que atravesó el precio del dólar en los últimos días volvió a poner en movimiento a los ahorristas. Es que, en la City porteña, la demanda por vender billetes se disparó. Sin embargo, más de uno, al querer hacerlo, se llevó una sorpresa.
Es que hay un detalle que, al querer cambiar los Benjamin Franklin, puede salir caro: no todos los dólares valen lo mismo y algunos terminan cotizados más bajos o directamente rechazados.
Lo que para muchos es un simple papel verde, que sirve para preservar los ahorros, para el mercado tiene otra lógica: algunos ejemplares, según sus características, pueden tener menos valor que otros.
Y aunque en Estados Unidos alcanzaría con que se reconozca más de la mitad del billete para validarlo, en el país la situación cambia: 'cuevas' y bancos no aceptan papeles dañados, con manchas, humedad, quemaduras o cortes.
¿Dólares guardados? Cuáles pueden volverse inservibles y perder valor
De acuerdo con la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), hay casos en los que los dólares son considerados inservibles y, por lo tanto, pierden circulación. Entre ellos:
- Billetes cortados o con partes faltantes.
- Ejemplares dañados por humedad o calor.
- Papel decolorado, con manchas o marcas que dificulten su uso.
En este sentido, el clásico "debajo del colchón" puede convertirse en una mala idea. Guardar los ahorros en lugares inadecuados puede terminar siendo una mala jugada.
La humedad, el calor e incluso el roce con otros papeles o gomas elásticas pueden provocar daños que reduzcan el valor de los dólares. En un contexto de volatilidad cambiaria, este detalle puede significar una pérdida importante de dinero para los ahorristas.
Cómo cuidar los dólares para que no pierdan valor
Es por eso que los especialistas aconsejan medidas básicas pero efectivas para cuidar los dólares:
- Mantenerlos en lugares frescos y secos, dentro de cajas fuertes herméticas con bolsitas de gel de sílice.
- Usar sobres o fundas sin PVC, que protegen el papel sin dañarlo.
- Evitar doblarlos o apilarlos con bandas elásticas, que con el tiempo se pegan y rompen los billetes.
En definitiva, cuidar el estado físico de los dólares es tan importante como seguir de cerca la cotización de cada día.