Ualá se consolidó –a 8 años de su fundación– como un hub de servicios financieros de fácil uso y buenas prestaciones para 7 millones de usuarios.
Según un informe de Taquión, el 64% de los argentinos tiene una billetera digital instalada y Ualá se ubica en el sexto lugar con el 15%, detrás de Mercado Pago (74%), CuentaDNI y Naranja X (ambas con 28%) y MODO y Personal Pay (ambas con 18%).
Si bien es necesario descargar la aplicación de Ualá desde el Play Store o el Apple Store y crear una cuenta desde el móvil, también es posible acceder desde un navegador web.
El acceso se realiza desde web.uala.com.ar para usuarios de la Argentina. Para entrar es necesario contar previamente con una cuenta creada en la app, ya que el registro inicial solo puede hacerse desde allí. Una vez generadas las credenciales, se pueden utilizar tanto en la app como en la versión web.
La experiencia del home banking de Ualá replica las funciones esenciales de la aplicación, con un entorno sencillo y ágil. Entre las acciones más útiles se encuentran:
Gracias al enfoque multipantalla, los usuarios pueden gestionar su dinero de manera cómoda y segura, adaptando el uso a sus hábitos digitales. Sin embargo, hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones:
Ualá, al contar con licencia bancaria (a través de Uilo), está habilitada por regulación del Banco Central a hacer intermediación financiera: usar depósitos de los usuarios para dar préstamos, algo que no pueden las fintech. De esta forma, ofrece una cuenta remunerada, que que puede "asegurar" rendimiento, aunque con tope.
De esta forma, su cuenta remunerada ofrece una TNA de 40% para todos los usuarios, pero sube hasta el 45% para quienes tengan consumos de $500.000 o más mensuales.
Por lo tanto, con 100.000 pesos, se podrá acceder con la tasa de 40% a los siguientes rendimientos:
En cambio, con la TNA de 45%, el rendimiento será el siguiente:
Las fintech y bancos deben reportar a ARCA en caso de que los usuarios superen ciertos topes de operación. Los últimos valores actualizados son:
En el caso de superar estos topes, se deberán presentar algunos documentos: estos incluyen contratos de compraventa, facturas, recibos de sueldo o constancias fiscales.
Aunque, según la circunstancia particular, también pueden requerirse certificados emitidos por contadores públicos o documentación impositiva.