El token XRP, nativo del ecosistema Ripple, atraviesa semanas de fuerte volatilidad en medio de señales técnicas encontradas y un debate intenso entre traders e inversores institucionales.
Mientras su media móvil de 50 días está a punto de cruzar por debajo de la de 200 días, una formación conocida como la "cruz de la muerte", los analistas proyectan que el activo podría cerrar el año con un nuevo impulso, impulsado por el interés institucional y la posible aprobación de ETF vinculados al activo.
Actualmente, XRP cotiza cerca de u$s2,28, tras un retroceso del 5% semanal, aunque en los últimos días logró estabilizarse sobre los u$s2,50. El soporte técnico más relevante se ubica en u$s2,20: perder esa zona podría llevar a una corrección hacia los u$s2,00, mientras que un rebote sostenido por encima de u$s2,40-2,50 abriría espacio para una recuperación.
La "cruz de la muerte" se produce cuando el promedio móvil de corto plazo cae por debajo del de largo plazo, una señal históricamente asociada a tendencias bajistas. Sin embargo, los expertos aclaran que es un indicador rezagado, es decir, que refleja una debilidad previa más que anticipar una nueva caída.
"El mercado suele reaccionar de forma emocional a estos cruces, pero muchas veces lo peor ya pasó cuando la señal se confirma", explicó el analista Egrag Crypto, quien destacó que este tipo de formaciones puede incluso marcar zonas de compra para los grandes fondos.
Desde la cuenta Coin Bureau, en tanto, alertaron en la red X (ex Twitter): "XRP se acerca a un patrón clásico de cruce bajista. ¿Caerá más profundamente?", en referencia al sentimiento de cautela que predomina entre los traders minoristas.
Más allá de la señal bajista, los fundamentos de XRP se mantienen sólidos. Durante buena parte de 2025, el token logró sostenerse por encima de los u$s3, un nivel psicológico que reavivó el optimismo del mercado.
La reciente caída se atribuye a los retrasos en la aprobación de ETF de XRP por parte de la SEC, afectados por el cierre parcial del gobierno estadounidense.
Sin embargo, la tendencia de fondo muestra señales positivas: los fondos Teucrium 2X Long Daily (XXRP) y ProShares Ultra XRP ETF (UXRP) superaron los u$s450 millones combinados bajo gestión, con más de 20 semanas consecutivas de flujos positivos. Estos vehículos de inversión, regulados y replicadores del activo, se convirtieron en puertas de entrada para el capital institucional.
Además, Ripple obtuvo fallos judiciales favorables que consolidaron su posición regulatoria en Estados Unidos, un factor clave para atraer nuevos inversores y sostener la confianza en el proyecto.
De acuerdo con datos de Coincodex, XRP podría cerrar el año en torno a los u$s2,54, mientras que los modelos más optimistas apuntan a una banda probable entre u$s3 y u$s5, dependiendo del contexto macro y de la aprobación de los ETF.
Incluso, modelos de inteligencia artificial estiman que existe más del 60% de probabilidades de que XRP supere los u$s3 antes de fin de año, especialmente si la Reserva Federal avanza con recortes de tasas de interés que aumenten el apetito por activos de riesgo.
El techo probable para 2025, según los escenarios más optimistas, se ubica entre u$s7 y u$s8, un rango que requeriría tanto la aprobación regulatoria de los ETF como un repunte general del mercado de altcoins.
A nivel técnico, XRP muestra algunas señales de alivio, como una "cruz dorada" en el índice de fuerza relativa (RSI) y un rebote en la media móvil exponencial (EMA) de 50 períodos, que históricamente anticiparon subas de entre 30% y 500%.
Mientras tanto, los holders de largo plazo mantienen posiciones, y las "ballenas" ajustan portafolios sin modificar la tendencia estructural.
Para los analistas, esta fase de consolidación podría ser el preludio de un nuevo impulso si se estabiliza el contexto macro y los ETF de XRP finalmente obtienen luz verde.