Bitcoin (BTC), se encuentra en un momento de incertidumbre, ya que pareciera ser que los inversores considerados "holders a largo plazo" (long term holders, LTH) del activo desinvirtieron activamente unos u$s41.600 millones en la criptomoneda.
Este fenómeno ocurre en un contexto de fuerte desplome del precio de la moneda digital, la cual cayó por debajo de los u$s100.000, valor en el cual no se encontraba desde junio y encendió las alarmas del mercado.
Los LTH son aquellos que mantuvieron sus posiciones en Bitcoin durante un largo período (meses o años), y suelen considerarse una base más estable del mercado.
Cuando este grupo empieza a vender masivamente, es un indicador de que incluso quienes creían en la permanencia se están retirando, lo que puede interpretarse como una señal de debilidad del mercado.
En este caso, su liquidación se traduce en una notable presión bajista, ya que el valor citado de u$s41.600 millones representa uno de los mayores éxodos recientes de este tipo.
Por otro lado, existen algunos factores que agravan la situación:
Según los analistas, si BTC rompe por debajo del soporte entre u$s100.000, o u$s101.000, podría probar niveles de u$s94.000 e incluso retroceder hacia el rango de u$s85.000.
No obstante, en un escenario más pesimista, algunos especialistas son aún más duros y estiman que podría caer hasta alrededor de u$s70.000, u$s75 000.
Por otro lado, un analista famoso, Peter Brandt, asigna una probabilidad cercana al 25% de que se observe un retroceso tan profundo.
Finalmente, el mercado de Bitcoin está enfrentando un momento delicado por la combinación de ventas masivas por parte de holders a largo plazo, presiones de la minería y un entorno regulatorio incierto podría llevar a una corrección sustancial.
Si el soporte clave de u$s100.000 no se mantiene, existe un riesgo creciente de que el precio se deslice hacia niveles mucho más bajos, alrededor de u$s70.000 o incluso menos.