La posibilidad de que Donald Trump impulse una política global para fomentar la dolarización en países aliados volvió a poner a Argentina en el centro del debate económico internacional.
Según el Financial Times, funcionarios del Tesoro y de la Casa Blanca mantuvieron reuniones con Steve Hanke, uno de los mayores defensores de la dolarización, para analizar cómo promover el uso del billete verde en economías extranjeras como parte de una estrategia para frenar el avance de China en los mercados emergentes.
Argentina, en el radar de Washington
El medio británico señaló que la Argentina figura entre los "candidatos ideales" junto con Líbano, Pakistán, Ghana, Turquía, Egipto, Venezuela y Zimbabue. El argumento: la dolarización serviría para estabilizar los mercados y reforzar lazos con gobiernos afines, entre ellos el de Javier Milei, que desde su campaña promueve la adopción del dólar como salida a la crisis monetaria.
Sin embargo, los analistas locales creen que una dolarización formal luce improbable en el corto plazo. Para Alejandro Bianchi, creador de la consultora Asesor de Inversiones, la economía local ya funciona, de hecho, como un esquema bimonetario.
"Lo que vimos fue un rebote puntual de expectativas tras las elecciones, pero estructuralmente Argentina ya opera como una economía bimonetaria: el dólar es la referencia de valor y gran parte de los activos financieros, inmobiliarios y hasta del ahorro cotidiano ya están indexados o directamente dolarizados", explica el experto en diálogo con iProUP.
Paradójicamente, mientras en Argentina el billete verde sigue siendo el refugio por excelencia, a nivel internacional su poder se erosiona.
Bianchi recuerda que el índice DXY -que mide el desempeño del dólar frente a las principales monedas desarrolladas- muestra una caída cercana al 8% en el último año, y de más del 12% frente al real brasileño.
"La única apreciación significativa fue frente al peso argentino, producto del riesgo político y de la expectativa de retorno a políticas del pasado", sostiene el analista a este medio.
¿Una dolarización guiada por Washington?
Para Eric Paniagua, economista y consultor, el interés de Trump en promover la dolarización "no es una idea aislada, sino un movimiento geopolítico coherente con la búsqueda de reafirmar la hegemonía del dólar".
En diálogo con iProUP, el especialista sostiene que "si la administración Trump tuviera un plan para promover la dolarización en otros países, podría verse como un nuevo aumento de la influencia de Estados Unidos en el exterior", señala.
El experto remarca que este tipo de impulso puede beneficiar comercial y financieramente a Estados Unidos, al reducir el riesgo de devaluaciones en economías emergentes con vínculos estrechos con Washington.
Además Paniagua remarca que, en el caso argentino, podría incluso abrir puertas a financiamiento externo o líneas de swap, aunque con una contracara: "No sería una dolarización espontánea, sino un proceso guiado por EEUU, con ventajas evidentes, pero también riesgos estratégicos en términos de soberanía y dependencia".
Paniagua advierte que para que un proceso así fuera sostenible, Argentina debería cumplir requisitos difíciles de alcanzar:
- Disciplina fiscal extrema
- Reservas internacionales robustas
- Estabilidad política prolongada, y
- Un sistema bancario plenamente integrado con la banca internacional
"Sin eso, la dolarización sería una ilusión técnica con alto costo social", resume.
Advertencia: "Estados Unidos no pondrá los dólares"
El economista Aldo Abram se muestra aún más escéptico sobre el supuesto interés de la Casa Blanca. En conversación con iProUP, advierte que la idea de que el gobierno de Estados Unidos ahora esté queriendo que la Argentina dolarice "me parece muy raro".
Al respecto, subraya que "claramente implicaría que deberían aportarnos los dólares necesarios para cubrir los pasivos financieros del Banco Central".
En ese sentido Abram recuerda que el Banco Central argentino le debe al Banco de China unos 18.000 millones de dólares y que la asistencia prometida por Washington para estabilizar las reservas ronda los u$s20.000 millones.
"Si quisieran dolarizar, tendrían que destinar todos esos recursos a cubrir los pasivos del BCRA y del Tesoro. No lo veo factible. Lo que sí es posible es que se apunte a fortalecer gradualmente la solvencia del Central hasta que, en el futuro, se pueda considerar un esquema de ese tipo", afirma.
Lecciones de los 90 y la canasta de monedas
Por su parte, el analista financiero José Bano trae a la memoria los límites de la convertibilidad de los '90 y el riesgo de depender de una sola divisa.
"Estar absolutamente vinculado a una moneda te ata a la realidad del país emisor. Si Estados Unidos devalúa, vos te devaluás; si se aprecia el dólar, perdés competitividad sin poder hacer nada", advierte a iProUP.
El especialista recuerda que, hacia el final de la convertibilidad, el propio Domingo Cavallo proponía una canasta de monedas -dólar, real y yuan- como alternativa más equilibrada.
"Era imperfecto, pero ofrecía algo de margen frente a depender solo de una divisa", señala.
En qué invertir ante el riesgo de una dolarización
Más allá de la discusión política, la pregunta que se hacen los inversores es clara: ¿cómo posicionar una cartera si Trump impulsa la dolarización global y Argentina queda en el centro del mapa?
Bano sostiene que no existen sustitutos perfectos del dólar, pero sí activos que pueden actuar como coberturas parciales.
"No tenés reemplazos reales: podés exponerte a monedas como el yen o el yuan a través de CEDEAR de empresas japonesas o chinas, pero eso implica riesgo corporativo. Lo más cercano a una cobertura pura son el oro, la plata o incluso Bitcoin", explica.
El analista recomienda mirar los CEDEAR GLD y SLV, que replican los precios del oro y la plata, y el IBIT, que sigue al Bitcoin: "Son posiciones que te protegen si el dólar se deprecia globalmente", agrega.
Tanto Bano como Bianchi coinciden en que, ante un eventual proceso de dolarización en Argentina, los CEDEAR y las criptomonedas no sufrirían cambios estructurales.
"Si se dolariza, los CEDEARs seguirían valiendo lo mismo medido en dólares; simplemente se operaría en una sola moneda. Lo mismo ocurre con las stablecoins: ofrecen liquidez inmediata, pero no diversificación real", dice Bianchi.
El especialista de AsesorDeInversiones.com enfatiza que el foco debería estar en armar portafolios globales diversificados, más que en "apostar al dólar".
"La clave no es refugiarse en una divisa, sino entender cómo evoluciona su poder de compra relativo frente a otros activos", concluye.
La idea de una "exportación del dólar" por parte de Trump entusiasma a algunos analistas internacionales, pero los expertos locales coinciden en que no hay condiciones reales para dolarizar la Argentina.
El peso podría seguir un camino de estabilización con apoyo externo, pero cualquier transición formal al dólar requeriría un respaldo financiero inalcanzable hoy.
Mientras tanto, el mercado local ya se mueve al ritmo del billete verde y los inversores buscan resguardo en activos globales, en un escenario donde la moneda estadounidense podría seguir siendo el centro, pero ya no el único refugio.