La entrada masiva de capital institucional a través de los fondos cotizados (ETF) de Bitcoin cambió por completo las reglas del juego.
Lo que hace apenas dos años era un mercado dominado por traders minoristas, hoy está marcado por el apetito de grandes fondos, bancos y gestoras globales que, empujados por el éxito del IBIT de BlackRock, consolidan a Bitcoin como un activo estratégico dentro del sistema financiero tradicional.
Esta ola de demanda, sostenida y regulada, no solo impulsa el precio hasta nuevos máximos históricos, sino que además parecería disipar los escenarios bajistas que habían caracterizado los ciclos anteriores.
El efecto Blackrock
El impacto de los fondos cotizados es doble:
- Están obligados a comprar Bitcoin físico para respaldar las participaciones de sus inversores, lo que genera una presión estructural al alza sobre el precio
- La validación institucional reconfigura la narrativa del activo
Así, el gigante de la gestión de activos vive un fenómeno sin precedentes dentro de su extenso catálogo de fondos. A menos de dos años de su lanzamiento, su ETF de Bitcoin —conocido por el ticker IBIT— se convirtió en el producto más rentable de la firma, un hecho que marca un antes y un después en la historia de los fondos cotizados y en la relación entre Wall Street y el mercado cripto. Las estimaciones de Bloomberg Intelligence son más que elocuentes:
- Genera más de u$s240 millones anuales en comisiones, gracias a una tarifa de apenas 0,3%
- Está por superar los u$s100.000 millones en activos bajo gestión, cifra que ningún otro ETF en la historia alcanzó tan rápido
- En su primer año, IBIT atrajo más de u$s 37.000 millones en entradas netas En lo que va de 2025 ya sumó otros u$s26.000 millones, posicionándose entre los cinco ETF con mayores ingresos netos de EE.UU
El ascenso meteórico de IBIT refleja no solo el renovado interés institucional en la divisa virtual, sino también la capacidad de BlackRock para transformar una tendencia en una herramienta de inversión masiva.
El rally del Bitcoin, que recientemente tocó un récord histórico al superar los u$s126.080, fue un catalizador clave. Durante la gestión de Donald Trump, la criptomoneda escaló más del 70%, alentada por las señales de apertura regulatoria y la expectativa de una mayor integración con el sistema financiero tradicional.
BlackRock, Bitcoin y el impacto en la cotización
Federico Ogue, CEO de Buenbit, asegura a iProUP que la performance de IBIT significa el "ingreso definitivo de Bitcoin al corazón del sistema financiero tradicional".
El experto recuerda que empresas y fondos querían invertir en Bitcoin, pero no contaban con una vía regulada para hacerlo. "Con la llegada de los ETF, esa demanda contenida se liberó. Hoy, grandes jugadores institucionales pueden acceder a Bitcoin de forma segura y transparente, y eso impulsa su adopción a niveles históricos", añade.
Según el experto, "cada vez más capital del sistema tradicional es redirigido al mundo cripto, y todo indica que es apenas el comienzo". De hecho, su billetera permite, además de comprar la divisa, "invertir en IBIT con una cuenta a nombre del usuario en EE.UU., asegurada hasta u$s500.000".
No es la única forma de invertir desde Argentina: es posible adquirir mediante los certificados de depósito argentinos una fracción del IBIT (cada CEDEAR es una décima) por unos 10.200 pesos en billeteras como Ualá, Balanz, IoL y similares.
Rodolfo Andragnes, fundador de la ONG Bitcoin Argentina y de LABITCONF, destaca a iProUP que este hito expone una demanda institucional enorme que hasta ahora no encontraba los canales ni la confianza necesarios para adquirir Bitcoin. Para el experto, "el crecimiento récord del ETF es la confirmación de que esa demanda es altísima y seguirá en aumento. La razón de fondo es simple: así como fue único que este fondo alcanzara semejante volumen en tan poco tiempo, también es único Bitcoin".
"Es el único activo en el mundo con escasez verificable y con propiedades que lo diferencian del dólar y cualquier otro instrumento monetario. Ese diferencial explica por qué los resultados son, en cierto modo, inevitables", refuerza.
Sebastián Serrano, CEO y cofundador de Ripio, asegura a iProUP que un ETF de Bitcoin se acerque a los u$s100.000 millones "cinco veces más rápido que cualquier otro en la historia muestra que la adopción institucional ya no es un fenómeno emergente, sino estructural".
En el corto plazo, esta demanda sostenida tenderá a generar una presión alcista sobre el precio de Bitcoin, pero el verdadero impacto está en la validación: "Bitcoin pasa a formar parte del portafolio estándar de inversión global, con infraestructura regulada, custodia institucional y transparencia", completa
Para el especialista, lo que sucede con IBIT es una nueva capa de adopción que complementa la madurez regulatoria que se dio en EE.UU. y en países como la Argentina. "Es la consolidación de Bitcoin como una reserva de valor global, ahora también reconocida por los actores más grandes del sistema financiero".
De marginal a mainstream
Pablo Casadio, cofundador y CFO de Bit2Me, sostiene a iProUP que, en esta instancia de generalización de la adopción cripto, muchos inversores institucionales y grandes fondos comienzan a exponerse a Bitcoin a través de este ETF, más asociados a instrumentos tradicionales con los que operan habitualmente.
Según su visión, "el impacto sobre la cotización es naturalmente alcista: los ETF deben comprar Bitcoin físico (el activo subyacente) para respaldar sus participaciones y ese flujo constante de demanda ejerce presión positiva sobre el precio".
"A nivel de fundamentos, BTC sigue considerándose un activo con potencial de revalorización en el largo plazo. A esto se suma ahora el respaldo institucional de bancos, fondos y gestoras globales, que refuerza su legitimidad y acelera su adopción", completa. Así, la combinación de un activo escaso, un entorno regulado y el ingreso de capital institucional a través de vehículos reputados como los ETF "crea un escenario muy favorable para Bitcoin y todo el ecosistema cripto", comenta Casadio.
Iñaki Apezteguia, cofundador de Crossing Capital comenta que la acumulación progresiva de Bitcoin como activo subyacente de los ETF consolida un cambio estructural en el mercado. "En este nuevo ciclo, los protagonistas ya no son los traders minoristas ni los especuladores de corto plazo, sino las instituciones: BlackRock y otros grandes gestores de activos se convirtieron en los verdaderos motores del precio", opina.
En efecto, desde enero de 2024, cuando se aprobaron los ETF al contado, se produjo un hito inédito: "Bitcoin alcanzó un máximo histórico antes del halving, algo que jamás había ocurrido. Lo que vemos ahora es la continuación de esa misma tendencia. BlackRock sigue comprando, las grandes ballenas institucionales mantienen su ritmo de acumulación y ese flujo constante de demanda reduce drásticamente la probabilidad de un bear market profundo en 2026" anticipa Apezteguia.
Incluso, plantea el experto, si llegara una corrección, sería probablemente más moderada. Esto se debe a que gran parte del Bitcoin adquirido está en manos de jugadores que entraron entre los u$s80.000 y u$s100.000, no para especular, sino para acumular y construir productos financieros sobre esas tenencias. "Estas nuevas ballenas no necesitan vender para obtener beneficios: sus ganancias surgen directamente de poseer Bitcoin", sintetiza Apezteguia.
Adrián Castro, operador y analista de mercado, tiene una mirada interesante sobre la dinámica, los flujos de los ETF y el impacto en el mercado cripto. "A mí me gusta mirar patrones y series históricas. Siempre. Porque entender el pasado es la única forma de anticipar el futuro", indica.
El estratega asegura que al revisar los ciclos anteriores, halló algo interesante: "Los movimientos alcistas duran 1.064 días, y los bajistas, 364 días".
- All Time Low (ATL) 2015 → ATH 2017 = 1.064 días
- ATH 2017 → ATL 2018 = 364 días
- ATL 2018 → ATH 2021 = 1.064 días
- ATH 2021 → ATL 2022 = 364 días
"Entonces, si tomamos el All Time Low posterior a la caída de FTX —14 de noviembre de 2022—, el 6 de octubre pasado se cumplieron 1.064 días. ¿Podríamos estar en el top del market? Es una posibilidad, y no menor", concluye Castro, en un intento por bajar la euforia y aportar algo de cautela.