El 77% de las organizaciones reportó al menos un incidente relacionado con la pérdida de información privilegiada en los últimos 18 meses, y el 58% registró seis o más casos durante ese período, según 

Según cifras divulgadas en el Informe de Seguridad de Datos 2025 de Fortinet y Cybersecurity Insiders, la pérdida de información privilegiada sigue siendo un problema grave y creciente para las organizaciones, a pesar de los crecientes esfuerzos por mejorar la seguridad de los datos confidenciales.

Esta realidad plantea una interrogante crucial: pese a una mayor inversión y mejores estrategias de seguridad, ¿por qué continúan las pérdidas de datos? La respuesta, en gran medida, radica en las herramientas utilizadas. 

Muchas soluciones tradicionales de Prevención de Pérdida de Datos (DLP) fueron diseñadas para entornos perimetrales simples y no ofrecen visibilidad suficiente sobre cómo los empleados interactúan con datos en plataformas modernas como SaaS o con inteligencia artificial generativa. 

Este déficit provoca que numerosos incidentes pasen desapercibidos o se gestionen de manera inadecuada, y generan un alto costo económico y reputacional para las compañías.

A pesar de que el 72% de las organizaciones aumentó sus presupuestos de seguridad en 2024, casi la mitad reportó pérdidas financieras sustanciales, con montos que en algunos casos alcanzan millones de dólares.

Limitaciones de las soluciones tradicionales y necesidades actuales

Las herramientas DLP convencionales se centran en prevenir la fuga de datos regulados, como números de seguridad social o información financiera, operando de manera aislada y principalmente enfocadas en el perímetro empresarial.

Estas soluciones carecen de visibilidad contextual y no distinguen entre errores humanos y conductas maliciosas, algo que complica priorizar riesgos reales y actúa con lentitud en la generación de alertas significativas. 

Por ejemplo, el 72% de las organizaciones no tiene visibilidad sobre cómo los empleados manejan sus datos confidenciales, y casi la mitad de las pérdidas se deben a errores o negligencia no intencional. 

Esta falta de información comprensiva conduce a un exceso de alertas que no aportan claridad ni control efectivo, dejando a los equipos de seguridad abrumados y sin instrumentos precisos para intervenir. 

El desafío actual es pasar a un modelo basado en el comportamiento y el contexto, es decir, entender:

Impactos económicos y estratégicos de la pérdida de información

La pérdida de datos privilegiados no solo afecta a la normativa de cumplimiento, sino que representa un impacto directo en ingresos, confianza y viabilidad a largo plazo de las organizaciones. 

El 41% de las empresas reportó pérdidas económicas entre u$s1 millón y u$s10 millones en su incidente más significativo, y 9% superó los u$s10 millones

También se registraron daños reputacionales en el 43% de los casos y 39% reportó interrupciones operativas significativas. 

Sectores sensibles como biotecnología y manufactura enfrentan riesgos particulares, pues una filtración de datos o diseños puede destruir años de inversión y comprometer ventajas competitivas. 

Este panorama exige que las organizaciones protejan información, sino que también gestionen riesgos y adopten una seguridad integral y evolutiva que acompañe la transformación digital de sus operaciones.

Por esa razón, la integración de plataformas que unan DLP, gestión de riesgos internos y visibilidad continua es indispensable para evitar brechas costosas.

La necesidad de una nueva generación de plataformas DLP

Para enfrentar los desafíos actuales, las organizaciones requieren soluciones DLP de próxima generación que integren análisis de comportamiento, visibilidad desde la implementación y supervisión de actividades en entornos SaaS y de inteligencia artificial. 

Esto permite distinguir entre fallos accidentales y ataques maliciosos, cerrar brechas invisibles en la nube y priorizar acciones de seguridad con información en tiempo real. 

Las plataformas modernas deben conectar eventos aislados para formar una visión completa del riesgo, y ayudar a los equipos a actuar con confianza y eficiencia. 

Fortinet, por ejemplo, integra datos de identidad, acceso y actividad para ofrecer la claridad necesaria y evitar que pequeñas fallas se conviertan en brechas costosas.

Aunque los presupuestos y programas de seguridad seguirán creciendo, el verdadero progreso radica en seleccionar tecnologías que brinden respuestas claras, no solo alertas.

Así, es posible proteger los datos estratégicos y garantizar la continuidad del negocio en un entorno complejo y dinámico.

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