La inflación sigue golpeando el bolsillo de los argentinos y obliga a buscar alternativas financieras para cubrir desde consumos cotidianos hasta emergencias.
En este contexto, los préstamos en cuotas fijas y los adelantos de dinero ganan protagonismo, ya que ofrecen previsibilidad y acceso rápido a fondos.
El atractivo principal de estas herramientas es que permiten disponer de dinero inmediato y conocer de antemano el monto de cada cuota, lo que ayuda a organizar mejor el presupuesto familiar.
Las opciones más demandadas van de las 3 a las 18 cuotas, con la posibilidad de gestionar el trámite tanto en sucursales físicas como de forma 100% digital.
Expertos del sector destacan que la simplicidad en la solicitud y la aprobación casi inmediata son factores que marcan la diferencia frente a la banca tradicional.
De hecho, muchas entidades ofrecen líneas de financiamiento que requieren solo el DNI, lo que amplía el acceso incluso a usuarios sin historial crediticio previo.
Otra herramienta que viene creciendo con fuerza son los adelantos a corto plazo, que permiten acceder a montos desde $30.000 con devolución en hasta 45 días.
Se trata de una opción valorada por quienes necesitan resolver gastos urgentes sin comprometerse a largo plazo.
Según especialistas, este tipo de producto surgió como respuesta a la demanda de los clientes y hoy se convirtió en un pilar del financiamiento personal, gracias a su agilidad y a la posibilidad de gestionarlo directamente desde el celular.
El crecimiento de los préstamos en cuotas y adelantos no es aislado: forma parte de una transformación más amplia en el sistema financiero argentino, liderada por bancos digitales y fintech. Estas entidades impulsan productos accesibles, con requisitos mínimos y procesos rápidos, lo que facilita el ingreso de nuevos usuarios al circuito del crédito formal.
Además, muchas de ellas complementan su oferta con programas de educación financiera, orientados a que los clientes accedan al crédito de forma responsable y con información clara, ya sea a través de préstamos personales, adelantos o tarjetas de crédito.
De esta forma, el financiamiento en cuotas fijas y los adelantos se consolidan como aliados para enfrentar la inflación y construir un historial crediticio en un escenario económico desafiante.