El Departamento Judicial de Azul (Buenos Aires) concretó el primer rescate de criptomonedas en el país tras undelito informático. La operación permitió devolver activos digitales a una empresa de Tandil que había sido víctima de una transferencia fraudulenta, recuperando fondos equivalentes a unos u$s1.006.

El caso pone sobre la mesa la importancia de la trazabilidad de criptoactivos y la cooperación entre la justicia y plataformas como Binance, uno de los principales ecosistemas de blockchain a nivel mundial.

El incidente fue generado por un grupo criminal que accedió ilegalmente a la cuenta de Home Banking de una empresa farmacéutica en Tandil.

Los delincuentes transfirieron $500.000 desde el Banco Provincia a una cuenta en el Banco Nación, y desde allí usaron $450.000 para comprar Bitcoin (BTC).

Luego, las criptomonedas fueron distribuidas a varias wallets bajo el control de los delincuentes para dificultar el rastreo. Sin embargo, el equipo de la Fiscalía General utilizó técnicas de trazabilidad y logró identificar que una de las billeteras pertenecía a un usuario de Binance.

Con esta información, la Fiscalía le pidió a Binance que bloquee los fondos y el Juzgado de Garantías ordenó la restitución de los activos. De esta manera, las victimas recuperaron la suma de BTC 0,00331227 y USDT 314,70268, equivalentes a u$s1.006 al momento de la devolución.

La investigación, un precedente para el robo de criptomonedas

El Ministerio Público Fiscal investiga el caso como "defraudación informática" (artículo 173, inciso 16 del Código Penal).

Más allá de recuperar los activos digitales, la causa destaca la necesidad de contar con herramientas técnicas para combatir los delitos informáticos.

Admás, el procedimiento del Departamento Judicial de Azul marca un precedente en la Argentina y destaca la importancia de reforzar la seguridad digital y la cooperación internacional para proteger los criptoactivos.

El robo de criptomonedas es una prática fraudulenta para apropiarse de criptomonedas o credenciales de acceso a wallets. Según el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE), estos delitos se producen en entornos descentralizados y poco regulados, lo que dificulta recuperar los fondos.

Ya que justamente la descentralización permite a los responsables mantener el anonimato y complica la persecución judicial. Las técnicas más usadas son:

Además, los delincuentes copian plataformas legítimas y usan métodos avanzados como malware, ingeniería social y programas clonados en tiendas oficiales, mostrando la creciente sofisticación de estos delitos.

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