Las ganancias de los mineros de Bitcoin volvieron a resentirse tras la última caída del precio de la criptomoneda. Según datos de Hashrate Index, el 22 de septiembre el hashprice —la métrica que mide los ingresos por unidad de poder de cómputo— cayó hasta los USD 50,03 por petahash por segundo por día (PH/s/día).
Esto implica una baja del 9% en menos de una semana, ya que el 18 de septiembre se ubicaba en torno a los USD 55.
El principal factor detrás de este retroceso fue el movimiento del precio de BTC, que desde el 21 de septiembre cayó desde la zona de USD 115.000 hasta tocar un mínimo de USD 112.300. Al cierre de este artículo, la criptomoneda se mantenía en torno a USD 112.600, según cifras de CoinMarketCap.
Qué es el hashprice y por qué importa
El hashprice refleja cuánto gana un minero por cada unidad de poder de cómputo que aporta a la red. Su valor está determinado por tres variables principales: el precio del BTC, las comisiones de transacción que pagan los usuarios y la dificultad de minado.
En términos prácticos, se trata del indicador más relevante de rentabilidad para la minería de Bitcoin: cuanto más alto es, mayores son las ganancias con el mismo consumo energético. Por el contrario, cuando cae, los ingresos disminuyen incluso si se mantiene estable el aporte de poder de cómputo.
Los datos de Hashrate Index fueron confirmados por registros del pool Braiins, que también muestran esta tendencia descendente.
Un sector bajo presión
Este tipo de caídas vuelve a poner en evidencia la fragilidad de la industria minera, que opera con costos energéticos crecientes y depende de factores externos como la volatilidad del mercado y la actividad en la red.
De esta manera, los mineros se enfrentan a un escenario desafiante: reducida rentabilidad en un contexto de alta competencia, que obliga a buscar eficiencias en infraestructura, electricidad y financiamiento para sostener la operación.